La sostenía entre las manos delicadamente,
como si en cualquier momento temiera romperla.
Acariciaba sus curvas perfectas
con los ojos puestos en su centro
atravesando con la mirada su piel cristalina.
¡Veía su corazón!
Su alma enrevesada, manojo de cilios de cobre.
Pero estaba apagada,
el cuerpo frío, dormido.
Afortunadamente, él sabía cómo despertarla.
Sólo hizo falta una leve presión
en los botones adecuados.
Entonces se oyó un chisporroteo,
la electricidad fluyendo por sus venas,
y su alma se encendió.
La sala se llenó de luz anaranjada,
y él, gracias a su musa amada,
encontró la inspiración que buscaba.
2016
2016
Toda una oda al acto de crear expresado en tu poema. Deberías escribir más poemas también.
ResponderEliminarDulces besos y dulce semana Dafne.
Uf, los poemas me vienen muy de cuando en cuando *__* Por eso me parece tan impresionantes vuestros blogs. ¡Tenéis una facilidad maravillosa para escribir en "verso"!
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario, sobre todo siendo tú quien lo firmas, Dulce Poeta
¡Un besazo!
!Wow! Encantador poema, que belleza de inspiración, me ha fascinado la descripción en su totalidad.
ResponderEliminarAbrazo!
¡Gracias, Yessy! Encantada de que te gustase. Se me encendió la bombilla con esta oda, sin duda ;)
EliminarUn besazo
Qué bonita oda a la bombilla...
ResponderEliminarMuy original y preciosa.
Mil besitos.
Mil gracias, Sakkarah *__* y de respuesta también mil besitos
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