Relato juevero: Cuentos ante el fuego

¿Véis esas cabecitas rubias?

Sí, sí, esas, esas...

Os voy a contar su cuento,
uno compuesto por mil cuentos de la vida real:

A esas dos preciosas niñas les encantaba jugar.

¡Pero no a juegos sin más!

Un día eran piratas,

ambas Capitanas de un barco de almohadas y sábanas,

y al siguiente cocineras.

¡Oh, qué manjares! ¡Oh, qué delicias preparaban! 

Después asistían a Hogwarts:

inventando pociones y hechizos

y teniendo de mascotas hipogrifos y bogarts.

Como médicas y veterinarias,

a los peluches y muñecas diagnosticaban.

También tuvieron en su día una farmacia,

un laboratorio y un planetarium

donde observar las estrellas con audacia.

Fueron jinetes de dragón,

"¡Argent!" "¡Brisingr!" Sus monturas se llamaban.

Bailaron al luchar con espadas,

y lucharon con espadas bailando.

Inventaron mil y una coreografías,

se metieron en la piel de mil y un personajes,

que improvisadamente ellas creaban.

Tuvieron una genial infancia,

y es que lo que esas niñas

lo que siempre fueron y siempre serían, es

hermanas.

Más cuentos en la fogata de Molí

¡Buenas noches! Es 31 de Enero, y ya sabéis lo que esa fecha significa, ¿verdad?

¡Ayer empzamos La Semana de Alice!

Como este año tenemos nuevos viajeros indefinidos en el tiempo, explicaré con mucho gusto en qué consiste esta gloriciosa semana:

En el intervalo del 30 de Enero al 6 de Febrero publicaré una serie de entradas (suelen oscilar de dos a cuatro), de diversos temas, que tienen un hilo conductor: ALICE. Por ejemplo, la primera vez fue el relato de El chino, la ballena y la coliflor, pero también hemos homenajeado a esta brujita con recopilatorios de fotos, poemas... En este relato juevero he visto la oportunidad perfecta para inaugurar la celebración de 2018. ¿Qué os parece?

Espero que disfrutéis de una feliz Semana de Alice.

¡Hasta la próxima!