¡Hey, hou, criaturillas indefinidas!
Terminamos el mes con la Variétés de Octubre: Mosaico. Tras introducirnos sobre esta técnica tan especial y antiquísima, Gin nos propone inspirarnos con las obras de la artista canadiense Sarah Joncas. De esta forma, debemos incluir en nuestro texto, ya sea en prosa o en verso, al menos tres títulos distintos.
Nada más leer el título, me vino a la cabeza un tipo de mosaico muy especial: el mosaicismo genético. El mosaicismo y el quimerismo son condiciones por las cuales una misma persona presenta células con diferente composición genética. En los mosaicos, los tipos de células genéticamente
diferentes surgen todas de un único cigoto (es decir, de un óvulo
fecundado por un espermatozoide), mientras que en las quimeras se
originan a partir de dos o más cigotos. [Fuente] La importancia clínica del mosaicismo depende del porcentaje de
células citogenéticamente normales y anormales presentes en un
individuo, y tiene una distribución y efecto fenotípico de enorme variabilidad. Recientemente se ha propuesto una nueva categorización sistemática del mosaicismo
que es aplicable a todos los tipos de tejidos, incluida la
consideración no solo del tejido afectado y el patrón y distribución del
mosaicismo, sino también la causa, la dirección del cambio y el
mecanismo de mutación. [Noticia y Artículo]
Sin más dilación...
MOSAICISMO GENÉTICO
Cuando era pequeña, mi madre me explicó que mi piel era como esos hermosos mosaicos que los turistas fotografiaban en la iglesia de nuestra ciudad. En el torso, mi piel cambiaba de color y formaba intrincados dibujos florales. Me hacía sentir especial, preciosa como una obra de arte. Sin embargo, aquella perspectiva cambió cuando empecé el colegio.
En el colegio era obligatorio cambiarte de camiseta en los vestuarios después de hacer Educación Física. Cada vez que las otras niñas me veían, me señalaban, dedicándome expresiones de asco, y se apartaban de mí como si tuviera una enfermedad contagiosa. ¡Daba igual que les intentase explicar lo que a mí tantas veces me habían explicado! Para ellas era un bicho raro, una mutante, la chica-planta. Me tiraban globos de agua y me quitaban el almuerzo en el recreo porque, según ellas, para mí era suficiente con hacer la fotosíntesis. Las odiaba. Me odiaba a mí misma. También odiaba el verano, las camisetas de tirantes y los vestidos, ir a la piscina y la playa. Odiaba las miradas y los cuchicheos.
Cuando llegó el momento de elegir un instituto, le rogué a mi madre que me enviase a uno en el que nadie me conociera. Intenté que nadie se enterase de mi condición, pero tarde o temprano todos los secretos que guardas salen a la luz. Mi piel creció conmigo, y el mosaico se ramificó hacia mis brazos y mis piernas. ¡Era prácticamente imposible esconderlo! Por suerte, para entonces había conseguido formar parte de un grupo de amigos, y su apoyo incondicional ganó al acoso.
En mi época universitaria emprendí un viaje de reflexión, introspección y desarrollo que me llevó a un nuevo crecimiento. El mosaico ya se extendía por mi cuello y decoraba mi rostro, y había conseguido que no me diera ninguna vergüenza mostrarlo. Estudié medicina y me especialicé en genética. Estaba dispuesta a desentrañar todos los misterios de mi piel y, lo más importante, a ser libre.
Contagio ©Sarah Joncas |
Secretos que guardas ©Sarah Joncas |
Reflexión, introspección ©Sarah Joncas |
Nuevo crecimiento ©Sarah Joncas |
Desentrañar ©Sarah Joncas |
También podéis leerlo en Lovely Bloggers
Me ha encantado cómo lo has ido narrando, y además, has sabido encajar los títulos del collage. Es cierto que en la etapa de la niñez los compañeros hacen crear complejos. Suelen dañar. Y es muy triste.
ResponderEliminarQue estés pasando una feliz semana, mi preciosa Dafne.
Un beso enorme.
¡Hola, mi preciosa María!
EliminarMe alegro de que te haya gustado mi relato. En la niñez y adolescencia las personas pueden ser muy crueles *.* Lo importante es que, a pesar de ello, conseguir ser libre.
Mi semana está siendo bastante tranquila, por suerte. Espero que tú y tus seres queridos estéis bien.
Un besazo
Como a Maria me ha encantado lo que escribiste.
ResponderEliminarEs interesante como lo llevaste a lo literal, a una condición de la piel.
Y como aquello que era causa de crueles bromas la llevó al descubrimiento de su vocación.
Besos.
¡Genial que te resultase interesante, Demi!
EliminarA veces la vocación va de la mano de cómo crecemos.
Muchas gracias por tus palabras.
Un besazo
Tu texto es mucho más que un mosaico, nos habla de superar barreras que por un aspecto físico la sociedad impone,
ResponderEliminarGracias, a los compañeros y amigos, se sobrelleva y no te llevan al extremo de hacerte sentir un bicho raro, aunque no todos aceptan, ver algo diferente al canon que se impone.
Hay que ser muy fuerte de mente para no caer en la soledad o aislarse de los demás.
La libertad comienza por la aceptación, de ser uno como es.
Un besazo, preciosa, muy bueno, me ha gustado mucho y sobre todo el mensaje.
Lo más curioso es que, en mayor o menor medida, todas las personas (y los seres vivos en general) somos "mosaicos". Además, desde hace milenios el ser humano ha superado la barrera de la selección natural gracias a la cultura, la tecnología, la medicina. Desgraciadamente, aún hay personas que atacan "lo diferente", cuando la diversidad nos hace más fuertes.
EliminarHay que seguir luchando por ser libres ;)
Al igual que le he comentado a María, y en vista de los noticieros, espero que tú y tus seres queridos estéis bien.
Un besazo enorme, mi querida Campirela
Ilustrativo relato, donde he aprendido sobre el mosaicismo genético y donde tú también graficas la cruel realidad de la discriminación. Me alegro que la protagonista haya encontrado un sentido en su vida desde su condición, es un buen mensaje.
ResponderEliminarDulces besos en mosaico para ti.
Me alegro de haber conseguido aunar varias temáticas (arte, divulgación científica, reivindicación) en mi relato, y que os esté gustando <3
EliminarDulces besos de mosaico y libertad
Magnífico relato que reúne las frases escogidas que has engarzado en el texto perfectamente, y un tema que abarca situaciones y maneras de gestionarlas, en una sociedad en la que aún queda mucho por hacer; abogando siempre por esa actitud que nos hace libres, y educando desde bien temprana edad para la aceptación y naturalidad de todo cuanto nos rodea, siempre desde el respeto y la empatía.
ResponderEliminarMuy bueno, mi querida Dafne.
Muchísimas gracias 🙏
Bsoss enormes 💙
Muchísimas gracias por tus palabras y por organizar estos proyectos tan inspiradores, querida Ginebra 💙
EliminarOjalá todo el mundo se educase en la aceptación, el respecto y la empatía. ¡Poco a poco vamos avanzando!
Un besazo enorme y feliz finde
Extraordinario texto del que se pueden sacar tantas enseñanzas como párrafos dedicas los títulos de las obras de la autora que nos recomienda Gin. He aprendido mucho leyéndote y viendo el comportamiento de tu protagonista, te felicito.
ResponderEliminar¡Hola, Tracy!
EliminarMe alegro de que el relato te gustase y te pareciera educativo al mismo tiempo.
Mil gracias por tus palabras.
Un besazo
Todo un mosaico de entereza hasta lograr su objetivo, en una sociedad complicada y sumida en un caos cuya empatía desborda por su ausencia. Los títulos perfectamente encajados. Me encantó. Un abrazo
ResponderEliminarLa empatía hay que educarla desde peques *.*
EliminarGenial que te animases a leer y te encantase, Nuria. ¡Gracias por comentar!
Un abrazo
Me encantó tu relato. Todos sufrimos algún tipo de discriminación y es muy duro. Es difícil de superar y si sos un niño mucho más. te espero por mi blog y te dejo un abrazo enorme.
ResponderEliminarhttps://elisabetsusanadesimonerelatos.blogspot.com/
Ser discriminada es muy duro, y aunque entiendo el origen del comentario "eso te hace más fuerte", también te deja con secuelas que de otra manera se habrían evitado.
EliminarGracias por leer y comentar, Elisabet.
Me paso por tu blog...
Un besazo