STRINGS AND STORIES

Buon giorno! 

Esta vez el proyecto que nos propone Ginebra en su blog Variétés va sobre Impulsos, así que no pude evitarlo y leí atentamente los requisitos para participar: crear un texto, en prosa o en verso, sobre un impulso, elegir uno o varios de los objetos propuestos e incluir el título de una película que nos guste. Genial, ¿no creéis?

Espero que también os animéis a participar. Aquí va mi relato:




STRINGS AND STORIES
Me habían hablado muy bien de aquel pub, así que por fin aquella noche me decidí a ir. El local se encontraba escondido en el casco viejo de la ciudad, y tenía la peculiaridad de que se interpretaba música en directo y se podía bailar y charlar sin que hubiera demasiado barullo.
Cuando entré el olor dulce de las bebidas, a café, perfume y sudor me envolvió. Mis zapatos de tacón resonaban sobre el entarimado de madera y varias personas se giraron para mirarme; mi cabello suelto, rubio, indomable, caía en ondas hasta mis caderas, y las curvas de mi cuerpo se adivinaban de vez en cuando gracias a mi vaporoso vestido blanco.
Me dirigí a la barra donde, para sorpresa del camarero, pedí un zumo de naranja natural, y sentada en un taburete me dispuse a disfrutar del ambiente y la música.
En un pequeño escenario, un joven interpretaba una melodía imposible con su guitarra mientras una mujer tocaba la caja, marcando el ritmo. Sus dedos se movían sobre las cuerdas en una danza endiablada y su cuerpo temblaba, pero sus ojos estaban entrecerrados y su rostro en calma. Me fascinó aquella dicotomía.
La música penetró en cada una de mis células, hechizándome, hasta que ya no pude controlar el impulso y salí a la pista de baile. Simplemente cerré los ojos y me dejé llevar. Para cuando la canción hubo terminado, mi pecho subía y bajaba por la respiración acelerada y mi corazón latía enloquecido. El guitarrista había abierto los ojos y me miraba... ¡vaya si me miraba! No, mirarse es quedarse corto... Él me veía, igual que yo le había visto a él. Susurró algo en un idioma que no comprendí, y finalmente me preguntó en inglés: "What's Your name?" Se lo dije y él lo repitió. ¡Sonó tan bonito en sus labios! Después me pidió por favor que bailase también la siguiente canción. No tuve que pensármelo dos veces.
Las canciones, los pasos de baile, se entremezclaron con el espacio y tiempo, hasta que a las cinco de la madrugada el dueño del local nos avisó de que tenía que cerrar. Yo no quería marcharme sin la promesa de que lo volvería a ver. Por suerte, él debió de pensar en lo mismo, pues me esperó en la salida con su guitarra colgada a la espalda. Echamos a andar por las callejuelas, sin decir nada. Notaba la tensión entre nosotros, como electricidad. Al cabo llegamos hasta mi portal y le pregunté si bailaríamos una última canción. Con una sonrisa tímida asintió y me siguió al interior del edificio.




 

El reconocimiento



la revista






Y por supuesto no os olvidéis de visitar Lovely Bloggers.


¡Mil gracias, Ginebra!



14 comentarios:

  1. Que romántico relato, todo un encuentro amoroso donde el impulso inicial al parecer ha encontrado los causes de la pasión. Me ha encantado Dafne.

    Dulces besos para ti y un dulce fin de semana.

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    1. ¡Muchas gracias, Dulce! Me alegro de que te haya gustado.
      Un besazo ❤

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  2. Un relato bellamente descriptivo que te envuelve cual ensueño… Así es la música; ella nos mece y nos hace sentirla tan dentro, que fluimos cual agua a través de ella y de quien la hace sonar 😉

    Precioso, mi querida Dafne.
    Mil gracias por tan bella participación.

    Abrazo gigante, y muy feliz finde! 💙

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    1. Tenía muchas ganas de participar, Gin, así que encantadísima de escribir un relato.
      Un abrazo también para ti y feliz finde, preciosa ❤

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  3. Muy bello, lo leí como esas pelis que están representados en la época de los 50´ <3

    Un besote linda desde Plegarias en la Noche

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    1. Ay, que guay que te lo imaginases con esa ambientación.
      Gracias por comentar, Tiffany.
      Un besazo

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  4. Ay , como me gusto ..relindo y romántico .Cuando los encuentros son así de sopeton sin planear nada d enada todo sale a pedir de boca ..seguro que esa última canción fue algo más .." eso espero ajjaaj".
    Un abrazo cielo te salio el impulso de lo más guay ..muakk.

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    1. Jajaja, yo me imagino que fue algo más ;) Los lectores decidiréis lo que pasa después.
      Me alegro de que te gustase, Campirela.
      ¡Un besazo!

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  5. Que bien contado. La música tuvo un poderoso influjo.
    Que inspiradoras las propuestas de Ginebra.
    Besos.

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    1. Siempre son inspiradoras y la pena es no poder participar en todas *__*
      Gracias por comentar, Demi
      Un abrazo

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  6. Un texto muy bien hilado. Queda saber si la canción, o le baile, se hizo mayor promesa.

    Un abrazo

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  7. ¡Me ha encantado el relato! No sé si te lo he dicho ya, pero me encanta tu forma de escribir. No sé por qué no te leo más, la verdad jeje. Estaré pendiente para leerte un poco más ;)

    Saludos.

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    1. ¡Hola, Rocío! Muchísimas gracias por tus palabras. Puf, ya ves cuándo te contesto... entiendo perfectamente que hay poquito tiempo para pasarse por blogger, y siempre al regresar me sacáis una sonrisa.
      Un besazo, preciosa

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