TRADUCTOR

5 DE DICIEMBRE

 

   Aviso de contenido +18   


 
LADY KRAMPUS
 
 

Lady Krampus, Queen of the naughty list
lin308 / Instagram: @lin308

 
—¡Esta va a ser la peor Navidad de mi vida! —se lamentó Lin para sí misma mientras se dejaba caer dramáticamente en el sofá.
Acababa de decorar su pequeño apartamento con lo que había podido adquirir en el bazar chino de la esquina por menos de cincuenta libras. De verdad creía que un árbol de metro y medio, luces y espumillón la harían sentir mejor, pero sólo se sentía más desamparada... y cuarenta y ocho libras y cincuenta peniques más pobre.
Si hubiera sabido que no tendría que trabajar en Diciembre, Lin habría comprado los billetes de avión cuando no costaban un riñón y ahora estaría en casa celebrando la Navidad con su familia; eso sí, también tendría que aguantar los sermones de sus padres sobre sus malas decisiones en el ámbito académico y, en consecuencia, también en el laboral.
No es que Lin fuera una mala estudiante o poco trabajadora. ¡Al revés! Finalizó la carrera de Estudios Ingleses con Matrícula de Honor en prácticamente todas las asignaturas, y gracias a ello le concedieron una beca para estudiar un Máster de Edición en la mismísima capital de Inglaterra. Sin embargo, sus padres hubieran preferido que 1) estudiase una carrera “de verdad”, como una ingeniería o Medicina, y 2) no huyera al extranjero.
Durante el Máster, Lin realizó prácticas como becaria en una agencia, y en un evento LGBT para profesionales de la edición consiguió una entrevista para un trabajo como asistente editorial. Para desdicha de sus padres, en Junio firmó el contrato, alquiló un pequeño apartamento en Candem Town y se asentó definitivamente en Londres.
¡Aquellos meses fueron maravillosos! Lin se movió por todos los departamentos, desde edición hasta diseño gráfico, pasando por ventas, publicidad y derechos. Para su propia desdicha, el 30 de Noviembre sus jefes decidieron rescindir de su contrato, ya que no necesitaban una asistente para todo el calendario editorial.
Lin aún no se había atrevido a decirle a sus padres que estaba desempleada. Había rehecho su CV, escrito varias cartas de presentación y actualizado su página de LinkedIn, pero la inminencia de las vacaciones no ayudaba.
—Bueno, aún estamos a día cinco...
Esperaba que el nuevo año le trajera mejores oportunidades. Por el momento, se veía sin trabajo, sin dinero y sin ilusión para celebrar la Navidad.
Con un gruñido alcanzó el móvil de la mesita de café y lo activó con la huella dactilar. Abrió Twitter —Lin formaba parte de la resistencia y se negaba a llamar a la aplicación por su nuevo nombre— y su Time Line se llenó de los vídeos y textos de sus cuentas NSFW favoritas. Ignoró la notificación que le indicaba que tenía mensajes privados por leer y scrolleó hasta que encontró un vídeo que le llamó la atención: una chica estaba atada en la cama con los brazos sobre la cabeza y las piernas abiertas, y otra chica le follaba el coño con los dedos mientras le chupaba los pezones, alternando de uno a otro.
Ah, sus padres también hubieran preferido que 3) fuera heterosexual, y por poco les dio un infarto cuando la pillaron con quince años besándose en su dormitorio con una “amiga”. Por suerte, desconocían que además adoraba el BDSM.
Aquel vídeo apenas duraba dos minutos, pero fue suficiente para excitarla. Lin se acomodó en el sofá y, mientras sostenía el móvil con la mano izquierda, con la otra comenzó a masturbarse. Los vídeos se sucedieron unos a otros y el placer creció entre sus piernas; cuando por fin se corrió, la noche se asomaba al otro lado de la ventana sin persianas y su única iluminación provenía de la pantalla del móvil y de las luces del árbol.
¡Ahora sí que se sentía mejor! Con una sonrisa, continuó frotando suavemente su clítoris hinchado, dispuesta a perseguir otro orgasmo...
Clinc,
                clinc,
                                clinc,
                                                clinc.
Un ruido la obligó a detenerse; sonaba como si alguien estuviera arrastrando cadenas por el suelo. Extrañada, dejó el móvil encendido sobre la mesita y se asomó a la ventana. La calle estaba desierta, lo cual era de esperar, pues era martes, hacía frío y los comercios hacía rato que habían cerrado.
—Qué raro...
Su aliento creó vaho en el cristal por el contraste de temperatura. Cuando lo limpió con el puño de la camiseta, descubrió una figura parada en la acera. Se trataba de una mujer altísima que vestía un abrigo oscuro de piel; alrededor de su cintura llevaba una cadena que caía hasta el suelo. Su piel era sorprendentemente clara, su melena negra como el ébano y sus ojos verdes como fuegos fatuos, pero lo que más sorprendió a Lin fueron los enormes cuernos de carnero que sobresalían a ambos lados de su cráneo.
Asustada, se echó a un lado de la pared para intentar ocultarse.
—¡Tiene que ser el estrés! —Se asomó de nuevo y suspiró, aliviada—. ¿Ves, Lin? Ahí no hay nadie...
Porque cuando se dio la vuelta, aquella criatura se encontraba en el salón de su apartamento.
—Buenas noches, jovencita.
Había algo en aquella voz de contralto que impidió que Lin gritase; un escalofrío recorrió su cuerpo y sintió cómo le fallaban las rodillas.
—¿Sabes quién soy?
Lin negó con la cabeza. La musical risa de la criatura llenó la estancia, acompañada de un cascabeleo.
—Soy Lady Krampus.
Krampus... Le sonaba haber leído ese nombre en alguna novela. ¿No era un personaje legendario que secuestraba a los niños que se habían portado mal? Algo así como el némesis de Santa Claus.
Para rematar su presentación, Lady Krampus se quitó una mochila que cargaba a la espalda, desenroscó la cadena de su cintura y arrojó el abrigo al sofá.
Su torso se asemejaba al de una mujer humana, y Lin no pudo evitar centrar su atención en sus senos: eran los más grandes que había visto nunca y se elevaban en su pecho contra natura. Sus aureolas, oscuras y redondeadas, cubrían más de un palmo de su extensión, y sus pezones erectos estaban atravesados por aros de cobre de los que pendía un cencerro en cada uno. Lin bajó la vista... Desde su ombligo, un frondoso pelaje crecía hacia abajo, ocultando su sexo, y cubría también sus piernas... Mejor dicho, sus patas. Estas eran largas y musculadas, y terminaban en pezuñas, como si fueran las de una cabra.
—¿Y sabes por qué estoy aquí, jovencita?
Lin volvió a negar con la cabeza.
—Porque has sido una chica muy mala.
Lady Krampus cogió el móvil y reprodujo el último vídeo que Lin había visto: una chica estaba a cuatro patas y su pareja la azotaba hasta que sus nalgas se tornaban tan rojas como el carmín de sus labios.
Lin se ruborizó y, para sorpresa de ambas, se atrevió a exclamar:
—¡Pero si casi todo el mundo ve porno hoy en día!
Lady Krampus enarcó una ceja.
—Efectivamente, ver porno no es lo que me ha invocado... sino esto.
Le mostró los mensajes privados que Lin había ignorado deliberadamente y cuyo check () pasó rápidamente a doble check (✓✓).
 
Miss Valentine
She/her · sapphic · femdom · nsfw
 
I’m really sorry to hear that u got fired
30 Nov. 2023 7:59 p.m. ✓✓
 
but I am glad u will be here at Christmas!
30 Nov. 2023 8:00 p.m. ✓✓
 
this may be crazy - would u like to meet some day?
30 Nov. 2023 8:01 p.m. ✓✓
 
Please, Jade, I know u have read my DMs
30 Nov. 2023 10:36 p.m.
 
Don’t freak out! it’s just a coffee!
30 Nov. 2023 10:36 p.m.
 
PLEASE answer me, Jade
1 Dec. 2023 9:47 a.m.
 
After all this time don’t u dare ghost me!
2 Dec. 2023 1:25 p.m.
 
I thought we were friends…
3 Dec. 2023 9:47 a.m.
 
even MORE THAN FRIENDS
3 Dec. 2023 9:48 a.m.
 
It seems that I was wrong
3 Dec. 2023 10:01 a.m.
 
En Twitter, Lin empleaba como pseudónimo sub_Jade, puesto que el significado de su nombre era esta piedra preciosa, y en su perfil solía publicar sus fantasías sexuales y nudes. La cuenta de Miss Valentine era del mismo estilo, si bien se centraba en su rol de femdom.
Una noche, esta última había tuiteado que le gustaría convertir a una chica en su sumisa por medio de mensajes y, dejándose llevar, Lin le había escrito un mensaje directo. Tras asegurarse de que tenían una edad parecida —veintidós y veinticuatro años respectivamente—, Miss Valentine le había propuesto cerrar su trato intercambiando dos fotografías: Lin debía depilarse y escribirse en el pubis «Miss Valentine’s sub», mientras que Miss Valentine se escribiría «Jade’s Mistress»; así también se aseguraban de que estaban hablando dos chicas reales.
 Al principio, los mensajes habían sido bastante impersonales. Antes de dormir, planteaban un escenario ficticio y hacían sex-rol mientras se masturbaban; Miss Valentine le ordenaba que se corriera un número determinado de veces o que, por el contrario, se condujera hasta el filo del orgasmo y no se corriera hasta que ella se lo permitiera. Cuando ganaron un poco de confianza, los retos se hicieron más audaces: que Lin fuera a comprar con un vibrador, que se pellizcase los pezones con pinzas para tender la ropa, que se masturbase contra una almohada...
Poco a poco sus conversaciones se prolongaron en el tiempo. Se daban los buenos días y las buenas noches, y a raíz del sexo fueron descubriendo más detalles de sus vidas. A Miss Valentine le sorprendió que el idioma nativo de Lin no fuera el inglés, pues lo hablaba perfectamente, y esta le confesó que acababa de terminar la carrera y que después del verano estudiaría en Londres. «I live in London!» le contestó Miss Valentine. También le contó que trabajaba en el British Museum como restauradora de arte.
Sin embargo, no se habían propuesto verse en persona hasta ese momento, y cuando Lin había leído sus mensajes había entrado completamente en pánico. Incapaz de darle una respuesta concreta, simplemente había salido del chat y se había ido a dormir. Luego habían pasado los días... casi una semana, y no se había atrevido a entrar de nuevo en la conversación.
Se le rompió el corazón al leer los mensajes. ¿Cuánto daño le habría provocado su silencio? Ella también la consideraba más que una amiga.
—¿Estás de acuerdo en que debes ser castigada?
La voz de Lady Krampus la devolvió al presente.
—Yo... ¿Qué me vas a hacer?
La criatura dejó el móvil de nuevo sobre la mesa y se agachó para coger su propia mochila; de su interior extrajo un manojo de varas de abedul.
—Voy a azotarte siete veces, uno por cada mensaje que no has leído hasta ahora. Pero en cada azote voy a usar siete varas, para que aprendas que la repercusión de tus actos se ha magnificado.
—¿Y si me niego?
—Entonces, tendré que obligarte.
Un sonrisa cruel se extendió por su rostro perfecto.
Sin embargo, Lin deseaba en el fondo de su corazón aceptar ese castigo.
Se desnudó ante su penetrante mirada verde y se arrodilló bajo sus pezuñas. Lady Krampus le acarició la cabeza como si fuera un perro... Lin tenía el mismo peinado que la actriz Ruby Rose, el cabello lo suficientemente largo para que afianzase sus dedos y pudiera tirar hacia arriba. Y eso es precisamente lo que hizo Lady Krampus.
La movió como si fuera una muñeca de trapo y la estampó frontalmente contra el árbol; las agujas de plástico se clavaron dolorosamente en su piel.
—¡Au!
Lin intentó apartarse en un acto reflejo, pero entonces las cadenas que estaban en el suelo reptaron mágicamente por sus miembros y la inmovilizaron, manteniéndola en aquel sádico abrazo.
—Así no podrás escapar, jovencita.
Lady Krampus desenredó sus dedos de su cabeza y los deslizó por su nuca, por su espalda, por su culo...
—Oh, ¡qué mojada estás! ¿Acaso no deseas que sea Valentine quien te castigue en mi lugar?
¿Desearlo? Se moría de ganas.
—Entonces, ¿por qué no le has contestado a sus mensajes?
—No lo sé...
El primer azote llegó, y el dolor se multiplicó por siete.
—Respuesta incorrecta.
—Pero es la verdad...
Segundo azote. Lin se dio cuenta de que a los azotes les precedía el tintineo de los cencerros, pero que de lo único que le servía saberlo era para ponerse más nerviosa.
—¡Te estás mintiendo a ti misma! Y las mentirosas merecen ser castigadas.
Tercer azote. Cuando las varas impactaban en sus nalgas se convertían en líneas ardientes; el impacto atravesaba su piel, se clavaba en sus músculos y llegaba hasta su espina dorsal provocándole un temblor incontrolable por todo el cuerpo. Daba igual que forcejease con las cadenas; estas la empujaban más contra el árbol y las agujas se clavaban en sus pechos, en su tripa, en sus brazos, en sus muslos... ¡Incluso en su clítoris!
Lin nunca había sufrido tanto. Y, para su sorpresa, nunca había sentido tanto placer.
—Repetiré la pregunta: ¿por qué no has contestado a sus mensajes?
Las lágrimas brotaron con el cuarto azote.
—¡Porque tenía miedo! —sollozó.
—Bien, vamos avanzando... ¿Y de qué tenías miedo, jovencita?
Tras el quinto azote, sintió que algo se rompía dentro de ella.
—¡Tenía miedo de conocer al amor de mi vida!
Lady Krampus se detuvo. ¿Quizás había decidido terminar su castigo? Lin notó a su espalda el calor de su cuerpo, y gimió cuando sus dedos volvieron a deslizarse por su sexo.
—Incluso las chicas malas merecen ser felices —susurró Lady Krampus a su oído.
Lin continuó llorando y gimiendo, dejando fluir los sentimientos que la habían ahogado los últimos días. Sin embargo, cuando el orgasmo comenzó a acumularse en su vientre y Lady Krampus notó que lo tenía ya en la punta de los dedos, se apartó.
—¡No! —Un gruñido gutural rasgó su garganta.
—Aún no ha terminado tu castigo, jovencita. Ahora, quiero que supliques tu perdón.
—Yo no...
Lin iba a decir que ella nunca suplicaba, pero entonces llegó el sexto azote.
—¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!
—¡He dicho que supliques!
Y el séptimo.
—¡Por favor, perdóname! ¡Te lo suplico!
Lady Krampus volvió a inclinarse sobre su oído.
—No es a mí a quien tienes que suplicar tu perdón.
Las cadenas la liberaron y, por fin, Lin pudo apartarse del árbol. Trastrabilló y cayó sobre el abrigo de Lady Krampus, quien arrojó el móvil a su lado.
—Escribe todo lo que me acabas de decir y, para terminar, envía un selfie de tu culo.
Los dedos de Lin temblaban mientras tecleaba:
 
You were not wrong! I love you, Valentine. I am so sorry...  I totally freaked out and I am deeply ashamed of ghosting you.
5 Dec. 2023 9:32 p.m.
 
I would love to meet at holidays - I was just afraid of not being enough.
5 Dec. 2023 9:33 p.m.
 
You are the love of my life...
5 Dec. 2023 9:33 p.m.
 
Please, forgive me!
5 Dec. 2023 9:34 p.m.
 
I BEG YOUR PARDON, MISS!
5 Dec. 2023 9:34 p.m.
 
[Sending photo...]
 
La fotografía era brutal. Cuarenta y nueve líneas se cruzaban en sus nalgas; algunas intersecciones sangraban, y los bordes ya se elevaban en dolorosos verdugones. ¿Cuánto tiempo tardaría en curarse?
—Buena chica...
Lady Krampus le acarició otra vez la cabeza como si fuera un perro. Seguidamente, le indicó que se tumbase y que abriera las piernas; el tacto del abrigo contra su culo en carne viva le hizo ver las estrellas. La criatura se agazapó y bajó la cabeza hasta su sexo.
—Hum, ¡qué bien hueles!
Lin comenzó a temblar al sentir su aliento sobre sus labios.
—Estoy segura de que sabes igual de bien... Ahora sí, espero que te corras muchas veces, jovencita.
La comió durante horas, volviéndola loca con los movimientos de su enorme lengua bífida. Lin se corrió tantas veces que se quedó completamente cumdumb, y apenas se dio cuenta de cuándo Lady Krampus la depositó sobre el sofá para recuperar su abrigo, se colocó de nuevo las cadenas, la mochila y se marchó, dejando tras ella su característico tintineo.
En la pantalla del móvil apareció una nueva notificación:
 
Friday 22nd December at 12 p.m.
British Museum, in front of the Rosetta Stone
6 Dec. 2023 1:04 a.m. ✓✓
 








8 comentarios:

  1. El sol ya ha caído y la noche es calurosa, pero luego de este relato se ha vuelto ardorosa. No conocía a Lady Krampus, aunque para todo personaje siempre está su opuesto. Y qué se puede decir? que se ha vuelto experta en elevar el listón Señorita, a veces portarse mal puede resultar finalmente una buena conducta. Mala chica para ser una buena chica. Y buen tema de Maneskin, no sé si tiene un guiño en la música a un villancico, o no? Yo te dejo esta canción y mis felicitaciones. https://www.youtube.com/watch?v=L6rvAMjMya0

    Dulces besos como premio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Aquí con el frío invernal viene muy bien este calor!
      Me alegro de que te haya gustado este relato sáfico y de seguir subiendo el listón ;)
      Adoro a Maneskin, pero no sé si tiene guiños a un villancico, tendré que investigarlo. Muy buena canción de The Mission. Te mando otra Valentine: https://www.youtube.com/watch?v=FAApccf11hs&ab_channel=Noisey
      Gracias por tus dulces besos como premio.
      Te mando dulces besos de Krampusnacht

      Eliminar
    2. El oído no falla Señorita ... https://www.youtube.com/watch?v=ouwbxC-yE3U Gracias por la de Paul con Natalie, la había oído alguna vez ;)

      Más dulces besos mientras el Sol cae y la Luna se torna Violeta 💜

      Eliminar
    3. Pues sí, la verdad es que esa guitarra suena al "ropo-pom-pom ropo-pom-pom" del Tamborilero.
      Dulces besos con el Sol bien alto en el cielo, pero mucho frío 💜

      Eliminar
  2. Me has dejado loca, tal vez porque lo he leído antes de la puesta de sol, ay dios la que me espera, como venga por mí no tengo donde esconderme jajajá.
    Eres muy buena escribiendo este tipo de literatura, no es nada fácil, y tu imaginación es fabulosa.
    Un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya me dirás si al final te ha visitado Lady Krampus, Campirela... Al menos ahora sabes lo que puedes esperar ;)
      Muchas gracias por tus palabras. Quisiera pensar que se me da bien escribir todo tipo de literatura, ¡pero esta es especialmente estimulante!
      Un besazo

      Eliminar
  3. Intensa experiencia.
    Y parece que el castigo recibido, no es tan indeseado, precisamente.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces los castigos se buscan ;)
      Gracias por leer y comentar, Demi
      Un besazo

      Eliminar