Elegí la carta de la derecha: La Carta de lo Oscuro, y sonreí ampliamente al leer su significado. Dado que mi objeto era la cruz, tenía muy claro a qué habitación debía dirigirme. Subí de nuevo la escalinata y me orienté por los pasillos hasta El Confesionario. Allí, una profunda voz que reconocí como la de nuestro anfitrión me pidió la contraseña:
—Vampiro.Dulce me dejó pasar. Sobre el banco de madera reposaba mi regalo, ya desenvuelto. Esta vez no había cocinado Tarte Tatin, sino una tarta cuyo bizcocho estaba empapado en vino para lograr el mismo sabor que el turrón favorito de mi amigo. Le había puesto cobertura de color rosa y lo había decorado con crema pastelera negra y rosa; para terminar de decorarla, había colocado cerezas negras en los bordes del corazón y perlas de azúcar en los lazos de los laterales.
Imagen de la red |
—Con lo bonita que te ha quedado, querida Dafne, me da pena cortarla.
—La he cocinado para comerla, no para admirarla eternamente —me reí. Así que Dulce cortó dos pedazos y los colocó sobre dos platos. ¡Hum! La verdad es que me había quedado deliciosa.—Bueno, querida Dafne... ¿Y qué vas a confesar este año?
—Oh, como ya llevamos seis años de amistad Bloggera, he decidido desvelarte qué tipo de criatura soy. De hecho, ¡he ido dejando muchas pistas en los relatos! ¿Te atreves a intentar adivinarlo?
Me levanté del banco y me coloqué frente a él.
—Por supuesto. Empezaré por lo que parece lo más obvio... ¿Eres una ninfa?
Negué con la cabeza mientras me quitaba la chaqueta de terciopelo.
—Había que intentarlo. —Dulce se encogió de hombros. Luego se quedó pensativo—. Sé que no eres una mujer-lobo ni una vampira. ¿Eres una bruja?
También me quité la camiseta y los pantalones, quedándome con los zapatos y la ropa interior, negra de encaje.—Soy más parecida a una vampira que a una bruja. Y no me parezco en nada a una mujer-lobo. ¡Iuj, demasiado pelo!Dulce me siguió con su mirada, oscura y penetrante. Me dirigí al extremo de la sala, y cuando llegué a la pared continué caminando por ella, saltándome unas cuantas leyes de la física. Ya en el techo, me desprendí de la ropa interior, desvelando mi tatuaje. Por fin lo entendió.
—Eres una súcubo.
—¡Bingo!
OthalaM / Twitter: @OthalamA |
¡FELIZ 2024!
Pues sí, da pena cortar algo hecho con tanto mimo y tan bonito, pero saborearla es mejor ;) Gracias por el delicioso regalo Señorita. Y una buena elección esa carta de Lo Oscuro, más aún con la manzana, el destino también juega. Una ninfa, creo que lo pronuncié mal en el relato ;), por tu nombre era lo lógico, una bruja no, jamás lo pensé, una mujer Lobo, por la Luna Violeta, no por otra cosa :) Una Vampira sí, porque finalmente una súcubo también lo es. Doble bingo :) Por cierto, interesante tatuaje, déjame mirar más de cerca ...
ResponderEliminarDulces besos encantadora súcubo y Mi gratitud 💜
Me alegro de que te gustase la tarta, Dulce :3
EliminarAh, ninfa, Dafne... no me extraña que me bailasen de lugar esas "n" y "f", pero ya está corregido.
Sí, las súcubos son de la familia de las vampiras, aunque obtienen su energía vital de otra manera ;) ¿Y no te pasaste a bailar un rato?
Dulces besos de súcubo 💜
Ahora es momento de bailar, aunque ya lo hacía con esta guapa súcubo que me succionó hasta el alma.
EliminarDulces besos encantadora súcubo 💜
A las súcubo también nos gusta Bailar ;P
EliminarVoy a la pista...
Dulces besos que danzan
Vaya pasada... te puedo imaginar en rojo, pero me siguen los zancudos a todas partes, es mi noche más oscura, la noche oscura del alma.
ResponderEliminarMe alegro de que te gustase, Gustab, y espero que disfrutases de la noche ;)
EliminarUn besazo