BELLEZA
—Oh, cazzo!
El joven acababa de descubrir que la fotografía que había tomado no había salido tal y como quería. Se alborotó el pelo negro con exasperación y se guardó la cartulina en el estuche, junto con las decenas que ya había descartado. Estaba estudiando Bellas Artes, y hacía tres horas que su maestro les había mandado a las calles para retratar algo bello. ¿Su consejo? Tenere gli occhi aperti. Él y sus compañeros en seguida se habían dispersado por la ciudad italiana, a solas o en pequeños grupos, y poco a poco todos habían regresado al estudio… excepto él.
Bufaba, resoplaba, maldecía… ¿Acaso era incapaz de encontrar suficiente belleza en las esculturas, los edificios, las flores, las palomas, la gente con la que se cruzaba? El sol pendía en lo alto del cielo, como una moneda dorada, y la luz era perfecta.
Armado con su cámara, y sin intención de rendirse, buscó un nuevo objetivo en la plaza. Niños jugando, turistas, la fuente… Abrió mucho los ojos y su cuerpo se tensó como la cuerda de una guitarra al descubrirla.
Se trataba de ese tipo de mujeres que hacía girare la testa, quizás no por una exuberante belleza, sino por el halo de fascinación que se creaba a su alrededor. El agua de la fuente parecía derramarse sobre su cabeza y caer sobre su espalda en chispas argénteas, pero ella no se daba cuenta: entre las manos sujetaba un libro, y sus ojos, cuyo color no podía descubrir en la distancia pero, no sabía por qué, se imaginaba azules, devoraban las letras con avidez.
El estudiante no lo dudó dos veces: clic. Se movió a un lado para encontrar una mejor perspectiva, esperó a que la anterior fotografía se imprimiera y… Clic.
Clic.
Clic.
Disparaba con frenesí, completamente cautivado.
Antes de volver a la escuela, decidió entregarle al menos una de las copias a la chica. Cuando tocó su hombro, ella parpadeó, sorprendida, como si se hubiera olvidado de dónde se encontraba. Mientras le tendía la fotografía, él simplemente le dijo:
—Grazie. Tu sei la bellezza personificata.
Fotografía de Mónica Frau
Elegí la misma foto, es muy inspiradora.
ResponderEliminarCoincido con que es la belleza personificada.
Besos.
¡Ay, que curioso que coincidiéramos, ahora corro a leerlo!
EliminarBesos jueveros, Demi
Y de pronto, uno siente esa belleza inundando cada poro… Ese instante que perpetuar y por el que la inspiración se abraza al corazón desde ese latido maravilloso…
ResponderEliminarMuy bello relato. Un placer leerte, Dafne…
Bsoss, y feliz finde 😘
Me alegro mucho de que te gustase, Gine *__* y me encanta cómo has expresado esa sensación de inspiración.
Eliminar¡Un besazo y feliz finde!
Has hecho un buen relato de una bella imagen ..que bueno ese estudiante de bellas artes plasmando la belleza de la señorina y la bella fuente ..
ResponderEliminarLa imagen es estupenda y con tus letras la alegras mucho más.
Un abrazo amiga y feliz finde.
Sí, fue ver la imagen y decir: ¡ESTA!
EliminarMuchas agracias por tus palabras, amiga.
¡Besos y feliz finde!
Hola Dafne , un relato muy bien escrito ameno , y con encanto me a gustado mucho , te deseo una feliz tarde besos de Flor.
ResponderEliminar¡Hola, Flor! Me alegro de que te haya gustado tanto.
EliminarEn seguida me pasaré a seguir leyéndoos.
¡Besos!
Jeje, buen consejo le dio el profesor, tener los ojos abiertos buscando la belleza, a veces, si no se mira con el corazón, las cosas no logran captarse tal como son. Muchas gracias por sumarte Dafne, un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminar¡Gracias a ti por esta convocatoria, Mónica! Todas las fotografías que has compartido con nosotras son preciosas, pero esta me robó el corazón ❤
EliminarUn besazo
La belleza puede disfrutarse mejor si se mira desde el corazón.
ResponderEliminarUn relato muy lindo, con un final más lindo aún.
Un abrazo
¡Hey, Sindel! Completamente de acuerdo. Ya lo decía el zorro del Principito: "lo esencial es invisible a los ojos."
EliminarGracias por pasarte y comentar,
un abrazo
Muy bonito relato que grafica todo un instante y es que igual que aquel fotógrafo tú has retratado el instante en que esa belleza se hizo presente. Click!!
ResponderEliminarDulces besos Dafne y dulce fin de semana.
Ay, me alegro de haber hecho justicia a la fotografía *__*
EliminarDulces besos y fin de semana, Caballero
La belleza está en lo más sencillo y en el lugar y con la persona más inesperada...
ResponderEliminarUn beso.
Exacto, la belleza llega completamente por sorpresa.
EliminarGracias por dejar tu comentario, Magade
¡Besos!
Muy bonito relato ambientado en Italia :)
ResponderEliminarUn detalle darle la foto y decirle un piropo.
Me ha gustado mucho.
Mil besos.
¡Buenas, Sakkarah! El relato surgió sobre la marcha, así que el final fue completamente espontáneo. ¿Podría haber más historia después? Puede ;)
EliminarMil besos también para ti
Qué linda inspiración la que has retratado con la bonita fotografía de Neo, y es que la belleza se encuentra en cualquier lugar donde te haga sentirte feliz, y aquí me siento encantada y rodeada de la belleza de tus letras, un lugar entrañable en tu compañía.
ResponderEliminarUn placer leerte, preciosa.
Besos enormes y feliz tarde.
Y a mí me hace super feliz que os encontréis tan bien en este rinconcito y que me acompañéis con mis textos y dibujos *__* ¡Ojalá poder achucharos a todos!
EliminarComo siempre, muchas gracias por tus palabras, María, ya sabes lo que significan para mí.
Un besazo y que empieces genial la semana
Has elegido una foto preciosa, pero tu relato no lo es menos, me encanta la fotografia y pienso que ha de ser dificil decidirse, la belleza esta casi siempre en lo más simple. Besos.
ResponderEliminar¡Hola, Molí! Sí, fue difícil decidirse con la fotografía, pero al final esta fue la que hizo clic en mi interior.
EliminarBesos jueveros
¡Hola! ¡Qué bella imagen! Me gusta mucho que se haya sumergido tanto en la lectura que no se diera cuenta de que se había vuelto la fuente de inspiración de un artista. Hermos detalle de darle una foto <3 Lo amé <3
ResponderEliminar¡Un abrazo!
¡Hey, Roxy! Me alegro de que haya gustado el detalle del final. ¡Me salió solo!
EliminarUn besazo, preciosa
Realmente la imagen que has elegido es de gran belleza. No me extraña que el personaje de tu relato se sintiera atraído por la belleza de la muchacha y la fuente. Muy buena la idea para tu historia.
ResponderEliminarBesos
Bienvenida, Leonor.
EliminarMuchas gracias por tu comentario; la belleza de la imagen es obra de Mónica, sin duda ;)
¡Besos jueveros!
La belleza de lo sencillo. Me gustó mucho la historia que has armado a partir de esa bella imagen.
ResponderEliminarBesos.
¡Me alegro de que te gustase, San!
EliminarBesos jueveros
¡Precioso relato!, con el me llevaste a Florencia. Gracias, Dafne.
ResponderEliminarBesos
¡Hola, Myriam! Woaw, Florencia... ¿Aceptas acompañantes? ;)
EliminarGracias por tu comentario,
besos
Me parece que tu protagonista de verdad rebalsa sensibilidad, la misma que le permite captar la imagen e inmortalizar la belleza en papel y en el recuerdo
ResponderEliminarHermoso relato!
abrazo
Genial haber podido transmitir esa sensibilidad con el protagonista <3
EliminarGracias por tus palabras, Mamaceci
¡Un beso!
Os aviso que aún no he podido ponerme al día con vuestros Relatos Jueveros, y que intentaré remediarlo lo antes posible. ¡Se avecinan unos días un poco locos!
ResponderEliminarMil disculpas
y GRACIAS.
Una mujer que hace mover la cabeza a un hombre en general es por el cuerpo quizas el rostro
ResponderEliminarUn hombre jamás piropeará a una mujer sin conocerla
por algo espiritual. Se mueve la cabeza caminando por la calle
quizás en una reunion el perfume de ella le hizo girarla
Muy interesante tu relato
Gracias un placer haber estado por aqui
¡Bienvenida, Mucha!
EliminarExacto, hay personas con las que simplemente se tiene una conexión que a veces va más allá de lo físico.
Me alegro de que te guste,
¡besos!