TRADUCTOR

CREADORES

Llevaba milenios preparándome para aquel día, pero aún así no pude evitar que me sudasen las manos y el corazón me latiera a mil por hora cuando me aceptaron en Ivyst, la mejor empresa de entre las mejores de los Saszdahil.

 Nada más llegar, mi jefe me dio la bienvenida y la enhorabuena por mi excelente currículum. «No hay tiempo que perder —exclamó, sus ojos irisados brillando intensamente—. Está en nuestra naturaleza: los Saszdahil existimos con el propósito de crear nuevos mundos». Irónico, pues no conocíamos quién nos había creado a nosotros… Pero eso no lo iba a decir en voz alta.

Apenas hablamos unos minutos más, me dejó a solas con mi proyecto.

Para crear un mundo debía abrir un limbo, un lugar donde no hay absolutamente nada, ni materia, ni energía, ni tiempo. Una vez abierto, introducía dos partículas arrancadas de mi propio ser y cerraba aquel limbo hasta que ocurriera algo. En realidad, no tenía de qué preocuparme: ese algo siempre ocurría. Sucedía con una colisión, y entonces se formaban la materia, la energía, el tiempo… Un nuevo mundo.

Las semanas en la empresa volaron. Tras la creación, mi trabajo consistía en modelar y estudiar las galaxias que lo componían, sus sistemas, sus astros… Mi sistema estaba compuesto de una estrella entorno a la que giraban ocho planetas, cuatro planetoides y multitud de asteroides, cometas y meteoritos. En todos y cada uno de ellos arrojé una semilla de vida cada equis millones de años, hasta que en otra jornada pude constatar la existencia de unas células primigenias en las aguas del tercer planeta.

Su desarrollo fue lento pero fascinante, alternándose explosiones de vida y extinciones, hasta que llegó la especie más curiosa de todas: los humanos.

Ningún Saszdahil había creado antes nada parecido, y lo que más me gustaba de mis criaturas era su capacidad innata de crear. Literatura, ciencia, arte, danza, música… Eran maravillosos. Sus poblaciones se organizaban en territorios con culturas propias, y tenían una forma de relacionarse con el medio completamente distinta a cualquier animal; eso debería haberme alertado, pero cuando me di cuenta ya era demasiado tarde.

Aquellos seres se mataban entre ellos y arrasaban con todo a su alrededor. La tierra moría por donde ellos pasaban, el aire se hacía irrespirable y las aguas enfermaban. Sus guerras eran atroces, y su maldad no tenía límites.

Conforme empeoraba la situación, Saszdahil de otras empresas intentaron ayudarnos, pero no sirvieron de nada ni la fe ni la práctica; los humanos estaban envenenados por el odio, la codicia, la envidia, el dolor, el miedo y la venganza. ¿De dónde procedían esos sentimientos? Yo no los había creado…

Finalmente mi mundo se quemó por su falta de amor

y yo perecí con él.




11 comentarios:

  1. ¡Hey! Tras estar desaparecida de las redes y Blogger casi un mes, por fin he conseguido encontrar un hueco para poder colgar este relato escrito en Octubre. Como Diciembre se presenta como un mes más tranquilo, espero actualizar al menos una vez a la semana, retomando los Relatos Jueveros y los Proyectos de Ginebra, entre otros.
    Ahora, intentaré ponerme un poco al día por vuestros blogs *__*
    Como siempre, mil gracias por estar aquí.
    Un besazo
    ¡nos leemos!

    ResponderEliminar
  2. Interesante relato, que podría parecer ciencia ficción, pero yo creo algo de eso hay en nuestra creación, que no somos simplemente producto de algo espontáneo. También lo veo como quien investiga en la medicina y descubre en organismos nuevos mundos. Lástima que al final el proyecto no tuviera el resultado deseado. Un placer volver a leerte Dafne.

    Dulces besos para ti.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esperemos que en la vida real, los humanos no acabemos con el mundo igual que en el relato.
      Me alegro mucho de que te gustase, Dulce *__*
      ¡Que pases un feliz fin de semana!

      Eliminar
  3. Impresionante historia. Me recuerda a las ideas gnósticas, de la creación del mundo por parte de seres imperfectos o que no están a la altura para manejar los conflictos de un mundo creado. La diferencia que ella tenía buenas intenciones, amor por sus creaciones. Aunque lamentablemente, falló el proyecto.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Genial que te haya impresionado! Además de que tu comentario supone la guinda para el relato, ya que tú también eres un creador, Demiurgo ;)
      Supongo que todos tenemos buenas intenciones cuando llevamos a cabo un proyecto. El resultado, y el cómo lo ven los demás, es lo que varía.
      Gracias por comentar,
      besos

      Eliminar
  4. No te vayas tanto tiempo te echamos de menos , pero desde luego tu entrada nos ha dejado embobados , tus renglones finales son muy ciertos somos los humanos quien dejamos todo destrozado , y es hora que paremos a pensar que tierra solo hay una y la debemos cuidar ,..
    Un buen relato amiga ..encantada de volver a leerte .
    Abrazos y un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ay, Campirela, yo también os he echado de menos! Ahora me toca ponerme al día jajaja que ganas no me faltan ❤
      Ojalá aprendamos pronto y cuidemos el mundo en el que nos toca vivir.
      Mil gracias por tus palabras, preciosa,
      un besazo

      Eliminar
  5. Me recordaste la película “Prometheus”, tiene una similitud con tu magnífico relato. Eres grande, y nos llevas de tu mano a una fantástica historia que bien podría ser viable; me encanta la ciencia ficción, y me encanta cómo escribes, preciosa amiga.

    Un abrazo grande, y muy feliz noche! 💙

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay, vi el principio de la película hace tiempo (me encantan Naomi Rapace y Michael Fassbender) pero tuve que pararla cuando empezó la parte más gore con el ataque de los aliens *__*
      Me alegro de que te gustase (también soy fan de la ciencia ficción y la fantasía).
      ¡Gracias!
      Un besazo, Gin, que empieces genial la semana

      Eliminar
  6. Este mes siempre es muy cargado de actividades, el cual nos aleja un tanto de esta pasión bloguerina. Tu relato me a dejado impactada. Me gusto tanto que lo he leído tres veces! Lo has narrado con maestría! Y no lo digo solo por decir. Lo que es del César es del César reza un dicho. Una sociedad idílica que se torna al final destruida hasta que llega el peor depredador de la naturaleza. Genial, me super encanto!
    Un abrazote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jo, no me esperaba que gustase tanto como para leerlo tantas veces jajaja
      ¡Muchísimas gracias por tus palabras, Yessy! Además, sólo me hizo falta mirar alrededor (desgraciadamente) al mundo en el que vivimos, para escribir el relato.
      Un besazo :3

      Eliminar