Estaba en el bosque y, de repente, el cielo se cubrió de nubarrones negros cargados de lluvia y electricidad. La gelidez de la niebla le envolvió. Se agachó y olfateó a su alrededor. El suave aroma del follaje, el de la tierra húmeda y la lluvia inundaron sus fosas nasales. Sus patas se hundieron en el suelo a medida que avanzaba; era tensión y puro músculo en movimiento. Lo sentía todo. El gemido de las hojas y el susurro del viento. Las gotas de agua precipitándose desde alturas inalcanzables y el chasquido de las ramas rompiéndose tras su paso. Sentía su cuerpo contrayéndose en cada salto, sus orejas temblando en la base del cráneo. Entonces, llegó. Era un claro que permitía al universo volcar su ojo sobre él, con un lago en un extremo y la continuación del bosque en el otro. Todo era muy hermoso.
El lobo se encaminó hacia las aguas oscuras para beber un poco y lavarse. Gruñó. ¿Dónde estaría el resto de la manada? Los había adelantado en los bosques, pero ignoraba que les llevara tanta ventaja.
Comenzó a beber lentamente en la orilla y tanteó con su mente a sus compañeros. Como no obtuvo respuesta, se transformó en humano; por lo menos así estaría él solo con sus pensamientos.
Se irguió, estirando con parsimonia los músculos tras días y días sin convertirse, y respiró hondo. Miró a su alrededor, pero todo se mantenía tranquilo, por lo menos hasta que estallase la tormenta. Avanzó varios pasos internándose en el lago, sintiendo las piedras clavándosele en los pies y el agua fresca entrar en contacto con su piel.
El agua le llegaba ya a la cintura, así que decidió sumergirse por completo.
Decidió dejar de pensar por un momento, disfrutar del bosque, del agua, de la noche. Había luna nueva. Se dio cuenta de que hacía exactamente cinco lunas nuevas que llevaba la enfermedad de la licantropía discurriendo por sus venas, y por una parte lo agradecía.
Una dualidad Lobo-Hombre que como expresas al final ha de tener esas vicisitudes, pro y contras. Pero al menos tiene la opción de decidir quién ser según el momento, a veces los seres humanos no podemos hacerlo.
ResponderEliminarDulces besos Dafne.
Sí, al menos él puede decidir en qué transformarse en ese momento.
EliminarDulces besos, y que empieces genial la semana Poeta ^.^
ResponderEliminarEste maravilloso texto me recuerda la frase: “Sin el animal que habita dentro de nosotros, somos ángeles castrados.” de Hermann Hesse
Difícil es para este lobo llevar dos almas. Y es ahí que, libera la parte “imperfecta” dejándola fluir a la luz de la conciencia y esa luna. Dejando atrás la que, por un tiempo lo hace al menos disfrutar sin los melodramas de la vida humana. Precioso, me encanto!
Abrazo
¡Hey, Yessy! No conocía esa frase de Hesse, me la apunto ;)
EliminarMe alegro de que te encantase.
Ahora me pasaré a leeros, un abrazo
Hola Dafne , por lo que cuentas en tu interesante relato , yo creo que era
ResponderEliminarmás feliz siendo lobo que hombre , ahora que también podría caber la posibilidad que no
fuese bien aceptando siendo lobo o hombre , muy bueno te deseo una feliz tarde ,saludos de flor.
Buenas, Flor.
EliminarEn ambas naturalezas hay pros y contras, pero supongo que compensan al poder elegir cuándo adoptar cada una de ellas.
¡Besos jueveros!
Por instantes mientras leia tu relato me he sentido loba (o lobo) has sido capaz de traspasar mi imaginación y llenarme de sensaciones de comunión plena con la naturaleza. Creo que envidio más al lobo que al hombre. Besos.
ResponderEliminarAy, genial haber conseguido meterte en la piel de mi lobo.
EliminarEntiendo tu envidia ;)
Un besazo, Molí
Un relato donde has mezclado a ese animal bello con el hombre , una mezcla que si bien hay miles de historias al respecto en tu texto nos dejas unas huellas en las que el lobo se siente triste pero no sabe cuanto más si siendo un ejemplar animal o ser humano ..
ResponderEliminarMe gusto mucho ..un fuerte abrazo y feliz semana .
Me alegro de haberme apartado un poco de los clichés que hay alrededor de la licantropía *__* y aun me alegro más de que te gustase, Campirela.
EliminarQue empieces genial la semana,
un besazo
Interesant ejercicio que nos adentraen el alma partida de un hombrelobo. Siempre me han caído bien y creo en su bondad. Es fácil decirlo pq todavía no me he cruzado con ninguno. Gracias por tu aportación. Un beso
ResponderEliminar¡Gracias a ti por esta convocatoria, Dorotea!
EliminarAhora me pasaré a comentar al resto de participantes.
Un besazo
Muy bella historia lobuna. Con las sensaciones que se pueden hasta sentir.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Oso ;)
EliminarBesos jueveros
Esa dicotomía bestia-humano en conflicto, tanto con sus ventajas como en sus bondades. Bien lograda la situación de introspección. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy encantada de haber logrado (por lo que me comentáis) esa situación de introspección, Neo.
EliminarMil gracias por tus palabras
Un abrazo
Al parecer sí, los pensamientos pueden ser maravillosos o hundirnos por completo.
ResponderEliminarUna brazo, hermoso relato
En efecto: a veces lo mejor es dejar de pensar.
EliminarUn abrazo, MV
Los humanos somos muy complejos. Mejor sentir más y pensar menos.
ResponderEliminarMe ha gustado la reflexión que planteas.
Tu relato es el inverso del mío :)
Bss.
¡En seguida me paso a leerlo, Mar!
EliminarGracias por pasarte y comentar,
besos
Ser humano tiene sus complicaciones. Hasta se siente mal cuando es feliz, cuando los otros no lo son.
ResponderEliminarBien contado.
Besos.
Exacto. Qué difícil es a veces ser humano... y feliz.
EliminarUn besazo muy grande, Demi
que empieces genial la semana
Bello relato Dafne con ese contraste del lobo
ResponderEliminarme encanto esa frase final del sentimiento , que pena no poder copiarlo aqui
Besos grandes preciosa
Me alegro de que te gustase el último pensamiento, Precious *__*
EliminarUn besazo
¡Hola! ¡Qué buena historia! Increíble lo lioso que puede ser el ser humano, hasta para disfrutar algo, el lobo ha de sentirse hiper confundido tras ello.
ResponderEliminar¡Felices fiestas! Y próspero año nuevo <3
¡Un abrazo!
¡Hola, Roxy! Genial que te gustase *__*
Eliminar¡Felices fiestas también para ti!
Nos vamos leyendo.
Un abrazo muuuy grande, preciosa
Excelente relato y reflexión. La luna nueva para este muchacho es como el solsticio para los amantes del invierno o verano. Ahora, los amantes del invierno pueden estar contentos que empieza la cuenta regresiva (acá)... pueden reflexionar antes de sentir el frío intenso. Lo mismo por allá con los amantes del verano.
ResponderEliminar¿Hoy hay luna llena no?
para los que nos gusta observar las sombras de sus relieves, también nos pasa lo mismo hoy como en la luna nueva
Beso!
Gracias por tus palabras, Frodo.
EliminarY sí, es Luna Llena, qué mejor momento para leer historias de licántropos ;) Esperemos que el solsticio, sea cual sea, traiga grandes transformaciones.
¡Besos!