NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL

 

Volvemos con una de las Variétés de Ginebra: No fue fácil (mes de Mayo), en la que nos propone escribir un relato sobre las visicitudes de la vida, que sean experiencias reales o ficticias, pero que tengan un final feliz. Debemos comenzar el texto con la frase: "No fue fácil", y hacer referencia a alguna de las frases o moralejas que van implícitas en esos cuentos de la infancia.

¡Aún tenéis tiempo para apuntaros a la convocatoria!

Aquí va mi aportación:

 

         NADIE DIJO QUE FUERA FÁCIL        

 

 

No fue fácil, pero al final te encontré. 

Distinguí tu cabello negro y alborotado por encima de la multitud y grité tu nombre. Te detuviste, y fue como si el tiempo también se detuviera. Mi corazón se aceleró y te giraste en dirección a mi voz. Tus gafas redondeadas con la patilla derecha remendada con celo, la camiseta un poco grande porque habías perdido peso, los pantalones vaqueros ceñidos... Tus ojos oscuros me reconocieron al instante, y en seguida leí en ellos la sorpresa, la duda y el miedo. ¡Yo también estaba aterrado! Sin embargo, hice de tripas corazón y me aproximé a ti, esquivando a la gente. Cuando apenas nos separaban unos pasos de distancia, de mi garganta salieron las palabras más sinceras y dolorosas que había dicho jamás:

Lo siento. Siento no haber tenido el valor suficiente para decir lo que siento por ti, siento haber huído cuando más me necesitabas y siento haberte hecho tanto daño. En este tiempo que he estado lejos de ti, caminando en círculos, me he dado cuenta de que esconderme y mentirme a mí mismo no es la solución. Así que por fin se lo he dicho a mi familia. Soy gay. Y estoy perdidamente enamorado de ti. Eres la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Quiero pasear juntos de la mano, compartir helados, besarnos en el parque... Y no esconderme nunca más. Yo... Te quiero.

Con lágrimas en los ojos repetiste mis últimas palabras y me preguntaste si mi familia se lo había tomado bien. Solté una carcajada y te conté que mi madre me había recordado una frase de mi personaje favorito de la infancia: “¿Cómo deletreas amor? No lo deletreas... lo sientes”. Luego mi hermano me dijo que nadie tenía que aceptar o negar nada sobre mi vida y que yo no le debía al mundo ninguna explicación. ¿O acaso los hetero debían dar alguna?

Nos besamos. Nuestro primer beso en una avenida repleta de gente... ¡Claro que no fue fácil! Nadie dijo que fuera fácil.