Este año no podía faltar a estas maravillosas convocatorias, así arrancamos las Variétés de 2023 con la siguiente temática: Juguetes. Esta vez Gin nos propone elegir uno o más de los juguetes que enumera, y confeccionar un texto en el que no solo aparezcan dichos juguetes, sino que además estos sean la clave para resolver un problema, un crimen... o el ingrediente necesario y cómplice para una relación íntima o familiar. ¿Tenéis curiosidad sobre cuál ha sido el resultado?
¡Aún tenéis tiempo para participar en la convocatoria!
Mientras tanto, aquí va mi aportación:
TOY STORY
Aquella era la última caja de la
mudanza.
—¿Qué tesoros crees que esconderá?
—Espero que no sea el gato de
Schrödinger...
Se echaron a reír.
—Entonces acabemos de una vez con la incertidumbre.
La chica aproximó el cúter a la cinta
adhesiva que mantenía unidas las tapas de cartón y la cortó con un movimiento
preciso. Abrió las tapas y sonrió.
—Oh, son juguetes de mi infancia.
Había muñecas, peluches despeluchados,
bolsas de canicas, una comba de cáñamo que había perdido sus mangos, un
yo-yo...
—¿No te parece un poco triste que hayan
quedado olvidados?
—Bueno, podrían tener una segunda vida.
—¿Cómo?
El chico extrajo la comba de la caja y
la valoró entre sus hábiles dedos.
—Tengo una idea.
***
Estaban en su dormitorio. Él le había
ordenado que se desnudase, su voz adquiriendo ese tono dominante que tanto le
enamoraba, y ella lo había hecho sin rechistar.
—Te voy a atar con la comba, ¿de
acuerdo?
Ella se mordió el labio inferior
mientras asentía.
—De acuerdo.
—Coloca las manos así, preciosa.
Colocó las manos delante de ella, con
las palmas juntas como en un rezo. Comenzó atándole las muñecas con una Columna Simple de Cabeza de Alondra,
dejando el suficiente hueco entre ellas; la cuerda se sentía ligeramente
diferente a las que solían utilizar, pero eso le puso aún más. Se desplazó
detrás de ella y le hizo subir los brazos por encima de la cabeza, de modo que
las manos quedaron en su nuca, apuntando hacia el suelo, y la cola de la cuerda
quedó recta siguiendo su columna vertebral. Seguidamente la movió alrededor de
su torso para que quedase debajo de sus pechos; ella siguió todos y cada uno de
sus movimientos con los ojos brillantes. Hizo la segunda envoltura por encima
de la primera, creando la línea horizontal en su espalda, y cuando regresó a
ella la pasó por debajo de la parte que había quedado en diagonal. Tiró para
tensar todas las partes y formar de nuevo un tallo que seguía su columna
vertical; a ella se le escapó un gemido.
—¿Todo bien, amor?
—Sí, sí, sigue...
Deslizó la cuerda hacia arriba y hacia
abajo hasta crear un nudo. Comprobó la longitud que le quedaba; suficiente.
Enrolló la cuerda alrededor del tallo y luego alrededor de su torso, esta vez
por encima de sus pechos. Una vuelta más... Hizo un nudo hasta que la cola
quedó hacia arriba; ella notó que las cuerdas se clavaban deliciosamente en su
carne. Envolvió la cola en el tallo, subiendo por su columna, y la afianzó en
un último nudo que quedaba a la altura de sus dedos.
Se situó frente a ella para observar su
obra.
—Perfecta.
Le besó mientras acariciaba sus pechos
apresados entre las cuerdas; tenía los pezones duros por la excitación. Los
atrapó entre los dedos y apretó hasta que ella gritó contra su boca. Repitió el
proceso varias veces, y ella recibió de buena gana el dolor y el placer.
—Buena chica... Ahora, espera aquí.
Se quedó de pie en mitad de la sala,
temblorosa y jadeante.
Él se movió hasta el armario y abrió el
cajón en el que guardaban los juguetes sexuales.
—Supongo que de pequeña también tuviste
una varita mágica. Aunque esta es un poco... diferente.
Cuando se giró, sostenía en la mano
derecha una Magic Wand.
—Abre las piernas... Uf, estás
chorreando, cariño.
Deslizó el cabezal por su sexo hinchado
y lo apretó contra su clítoris. Lo encendió. La vibración se propagó por todas
las fibras de su cuerpo e hizo ademán de cerrar las piernas. Él le dio un azote
en culo.
—Mantén la posición si no quieres que te
castigue.
Se obligó a mantener las piernas
abiertas, ofreciéndose completamente a él. La vibración fue creciendo conforme
él apretaba el botón.
—No puedo... Me voy a caer...
Con la mano que tenía libre la agarró
del tallo de cuerda.
—No dejaré que te caigas, amor. Tú
déjate llevar y disfruta...
—Tengo ganas...
El zumbido le parecía ensordecedor.
—Vamos, córrete para mí.
Explotó. Las piernas le fallaron. Él la
sostuvo y la cuerda la mantuvo unida a su cuerpo mientras su alma se escapaba
momentáneamente hacia el dulce clímax. Apagó la Magic Wand y la condujo hasta la cama. La tumbó con cuidado y la
desató igual de metódico que la había atado. Luego le besó las marcas y le
masajeó los brazos y el torso. Ella se dejó hacer, sonriendo.
¿Quién dijo que los juguetes eran solo
para niños?
Meme de Internet |
También podéis leerlo en Lovely bloggers
Aqui hay cuerda para rato...! :D
ResponderEliminarBuen relato !.
Hay cuerda y mucha magia ;)
EliminarGracias por leer y comentar, Artur.
Un besazo
Estaremos pendientes de no perdernos ni uno y jugaremos a todo. Abrazos
ResponderEliminar¡A jugar!
EliminarUn abrazo, Ester
Genial tu relato, lo importante es no dejar de jugar, fue un juego lleno de pasión e intensidad.
ResponderEliminarDeseo te encuentres bien Dafne te mando un abrazo
¡Hola, Jorge!
EliminarMe alegro de que te has pasado a leer y comentar.
Igualmente, deseo que te encuentres bien.
Un abrazo
Muy bien contado, como fueron transformados los juguetes.
ResponderEliminarIntenso el relato, adecuado para Ginebra. Y bien contado.
Besos.
Me alegro de que haya gustado esta variété, Demi.
EliminarGracias por tus palabras.
Un besazo
Me ha fascinado, que bien lo has hecho , vamos que me voy a comprar una comba y que sea lo que dios quiera ajjaja. Bromas aparte , muy bueno y además con un buen resultado satisfactorio ajja.
ResponderEliminarBesos, mi querida niña.
Ya me dirás qué tal el resultado con la comba... También puedes probar con más de una ;)
EliminarMe alegro de que el resultado sea satisfactorio en todos los sentidos jajaja
Un besazo, Campirela
Quién dijo que "Toy Story" era para niños?, reconozco haber disfrutado la primera película de la saga, pero esta versión me gusta más. Los juguetes dan juego obviamente, para eso fueron creados, todos. Y en una mente perversa llevan hasta el infinito y más allá ;)
ResponderEliminarDulces besos juguetones y dulce fin de semana.
Fíjate que a mí nunca me ha gustado "Toy Story", pues me daba un poco de miedo de pequeña. Esta versión también me gusta más jajaja
EliminarHabrá que buscar ese infinito ;P
Dulces besos juguetones y dulce semana, Caballero
Los adultos también necesitamos jugar ;-)
ResponderEliminarBesos.
¡Exacto! No hay que dejar de jugar ;)
EliminarUn besazo, Dev
Darte las gracias también por aquí y felicitarte por este magnífico relato de elegante erotismo para el deleite.
ResponderEliminarNo hay edad para los juegos desde cualquiera de sus vertientes y posibilidades; y menos, cuando el resultado es tan satisfactorio.
Un placer tu participación, preciosa.
Bsoss enormes y… ¡a jugar! 😉💙
Mil gracias a ti por tus Variétés, Gin 💙 Un placer participar.
EliminarA seguir leyendo y jugando...
Un besazo enorme
Esta versión tuya es muchísimo más interesante que cualquier otra que podamos haber visto, yo al menos. Nadie dijo que los juguetes tuvieron aroma de rosa o azul, aquí lo tienen de rojo y negro intenso, de deseo y concesión, y sí, hay mucho disfrute por lo tanto a jugar hasta dejarse dormidas las ganas :-9 momentáneamente.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Después de tantos años leyendo vuestros maravillosos blogs, ya tocaba atreverme a publicar relatos eróticos ;) Me alegro de que os resulte interesante. ¡A disfrutar de la lectura! Y por supuesto, a seguir jugando.
EliminarUn besazo enorme, querida Mag 💜
Me alegra haber llegado aqui
ResponderEliminarAbrazo
¡Gracias, Chaly!
EliminarUn abrazo
Lo que dan de sí los juguetes cuando tenemos cierta edad. Muy buena tu versión, Dafne.
ResponderEliminarMil besitos con cariño ❤️
Hay juguetes para todas las edades y épocas ;)
EliminarMil besitos y abrazos, Auro
Me ha encantado, hemos coincido con la temática :P que intenso con los detalles, un relato muy bonito Dafne.
ResponderEliminarBesitos
Awww, pues tendré que leer ese relato. Me hace ilusión haber coincidido con la temática, Cora.
EliminarUn besazo 💜
Epa como cambiaron los juguetes jeje gran relato.
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche
Los juguetes evolucionan con la edad ;P
EliminarUn besazo, Tiffany
Curiosa esta otra versión de los juguetes! Ja, ja! Un abrazo!
ResponderEliminarHabrá que satisfacer esa curiosidad y jugar, Marifelita ;)
EliminarUn abrazo