Relato juevero: Acertijos

 

DAPHNE

Whitney Lanier

¡Hola! Soy Daphne, encantada. ¿Oh, no me conoces? De acuerdo, haré una presentación más extensa:

Mi nombre completo es Daphne Ann Blake, tengo 16 años y soy una de las integrantes Misterios SA. El grupo lo formamos cuatro estudiantes de instituto y un gran danés. Sí, como lo oyes... ¡Guau! Descuida, me reconocerás enseguida por mi increíble vestuario: vestido de Channel, botas go-go de cuero de Versace, bolso de Prada... ¿Mi peinado favorito? La melena de los 60s, como una Nancy Sinatra pelirroja. Ah, el pañuelo verde fue un regalo de Fred. Pero que no te engañe mi aspecto: los que han osado enfrentarse a mí, me llaman "La peligrosa Daphne", pues soy experta en toda clase de artes marciales. ¡Tan sólo mi nombre les exprime hasta la última gota de sangre! Por plantear una alegoría, si yo soy el arma letal de Misterios SA, Fred y Vilma son el cerebro, y Shaggy y Scooby las piernas que corren de un lado a otro y que, de alguna manera, consiguen la pieza que nos falta para resolver el misterio.

Precisamente eso es lo que estamos haciendo este jueves: resolver un misterio.

Tras la llamada de Mag, suprimí todas nuestras citas en Estados Unidos y viajamos lo más deprisa posible hasta España en La Máquina del Misterio, una furgoneta verde lima y turquesa; las flores naranjas fueron un capricho de Vilma. ¿Nos has visto en la carretera?

Nada más llegar, al pie de las montañas, nuestra anfitriona nos ofreció café y, para medir nuestras aptitudes, nos planteó dos acertijos:

 

¡Ja! Eran tan sencillos que los resolvimos en menos de lo que se tarda en decir: "Scooby-Dooby-Doo!".

Seguidamente, Mag nos explicó el verdadero misterio: hay un fantasma que está creando caos entre los Relatos Jueveros, haciendo desaparecer comentarios, cambiando de orden las frases de los relatos y modificando todos los poemas para que rimen con la "a". ¡Un misterio digno de Misterios SA!

Así que aquí estamos... Aquí estoy, Daphne Ann Blake, interrogando a mi tocaya, Dafne Sinedie.

Convocatoria de Mag

Otro relato de Dafne: El Beso