¡Hola, hola, criaturillas indefinidas!
Ando a tope preparando cositas para Diciembre, atención a la publicación de mañana, así que este mes he decidido aunar la Variété de Ginebra con el Relato Juevero de esta semana. Pero vayamos por partes, como las integrales...
La convocatoria de Noviembre es la siguiente: Samhain. Esta vez, Gin nos anima a escribir sobre esta celebración, ya sea su versión pagana o cristiana. El texto puede ser tanto en prosa como en verso, y para acompañarlo debemos elegir una de las imágenes de Rusty McDonald, un artista estadounidense que combina fotografía con fondos pintados digitalmente, creando imágenes misteriosas que dejan clara su influencia de las tradiciones esotéricas, la antigüedad tardía, la literatura y la naturaleza.
En cuanto al Relato Juevero, Campirela plantea el tema de la Superstición. Signos de mal augurio, pequeños rituales o talismanes que dan buena suerte... Con ello tenemos que formar un texto de aproximadamente 350 palabras, yo me he pasado un poquito con casi 600 palabras *.*, y luego leer y comentar al resto de participantes.
Sin más dilación, aquí os dejo mi texto:
AS MEIGAS
En una pequeña cabaña situada en las Rias Baixas, tres meigas preparaban la cena.—¡Ojo, Anthea, que el pulpo se te escapa del caldero!La meiga de pelo rojo alborotado y ojos ambarinos se acercó apresuradamente a la lareira y empujó al pulpo hacia el interior con un cazo, pues sus tentáculos buscaban asidero en los bordes de cobre.—¿Por qué no has esperado a meterlo cuando el agua estuviera hirviendo?Ariadna estaba situada en la encimera de su derecha, cortando verduras; su pelo era negro como las plumas de un cuervo y sus ojos azules estaban centrados en el movimiento del cuchillo.—Es que me da mucha pena matar a un animal que tiene tres corazones y sangre azul, Ari.—¡Ya sabemos qué tipo de "polbo" prefieres tú! —Se rio Sélpide, cuya trenza rubia caía sobre su hombro mientras rebuscaba en el armario de las especias.Anthea se ruborizó, pero no lo desmintió.—No puedo evitar mi naturaleza como Meiga de Ostara. ¡Amo a todos los seres vivos!—Claro, como la esposa del pescador... ¡Anda, déjame a mí, que me está poniendo nerviosa tanto chapoteo! —resopló Ariadna.Tras un chasquido de dedos, el pulpo salió del caldero y se mantuvo flotando en el aire; Anthea miró embobada cómo retorcía sus tentáculos. Ariadna lanzó otro hechizo para avivar las llamas y pronto el agua rompió en borboteos. Entonces, sumergió y emergió al animal tres veces.—¡Listo!Finalmente, envió al pulpo cocido sobre una tabla de madera y lo cortó en taquitos; la Meiga de Yule estaba acostumbrada a la Muerte.Justo en ese momento Sélpide estaba dejando las especias sobre la mesa; al ver el pulpo volando hacia ella, se sobresaltó y tiró el salero.—Carallo!Con la mano derecha tiró una pizca de sal sobre el hombro izquierdo; la Meiga de Litha notó en seguida cómo ahuyentaba a la mala suerte. Suspiró, aliviada. Luego arrojó un puñado generoso sobre el pulpo y lo terminó de aliñar con aceite de oliva y pimentón dulce.—Ahora puedes cocer el marisco, An —le indicó Ariadna, volviendo a sus verduras.Anthea se dispuso a cocer los exquisitos manjares de las rías y Sélpide a preparar el pescado para la caldeirada.—Uf, estas cebollas me hacen lagrimear...—Eso significa que Anthea las plantó desnuda.De nuevo, Anthea se ruborizó, pero no lo desmintió.—¿Cuándo volverá Laurel? —intentó cambiar de tema.—Entre lusco e fusco.Y, efectivamente, en el crepúsculo la cuarta meiga hizo su aparición. Su cabello era castaño y sus ojos verdes; entre los brazos sostenía una enorme calabaza y su gato negro ronroneaba entre sus tobillos.—¡Ya está todo listo! —exclamó, dejando la calabaza en un rincón de la cocina.—Perfecto. —Los ojos dorados de Sélpide brillaron—. Pero primero... ¡A cenar!Las meigas comieron y bebieron alegremente, y un poco antes de la medianoche abandonaron la cabaña con la calabaza y el gato.El luar guio sus pasos hasta una playa rocosa, donde Laurel había preparado una hoguera. Con una sonrisa de dientes puntiagudos, lanzó un hechizo y el fuego estalló en intensas llamaradas. Después abrió con un cuchillo la calabaza y ofreció sus tripas anaranjadas a las otras meigas.Comieron a la vez; el sabor dulce activó su visión del Mundo de los Espíritus y pudieron observar cómo entre las llamas moradas y verdes de la hoguera ya danzaban los Aes Side.—¡A bailar!Así, la Meiga de Samhain dio comienzo a la celebración.
Una fiesta de cuatro brujas y un gato negro, pobre pulpo eso sí, no le valieron tantos tentáculos para escapar de ese caldero hirviendo. Divertido y ameno relato Dafne, me ha gustado mucho. Dos pájaros de un tiro, como buena brujita ;)
ResponderEliminarDulces besos embrujados y dulce fin de mes.
Literalmente ando haciendo encantamientos para llegar a todas las convocatorias y plantear las mías ;) ¡A ver cuando consigo el hechizo de controlar el tiempo!
EliminarGracias por leer y comentar, Dulce.
Dulces besos de Bruja :3
Un relato embrujador (perdona el juego) es lindo asistir a una fiesta donde no falta la diversión, la picardía y una buena olla. Aparco mi escoba en la entrada para darte un abrazo
ResponderEliminarEl juego de palabras es perfecto, Ester :3
EliminarEs un poco ida de olla, pero al final creo que todo tiene sentido.
Encantada de recibir ese abrazo y te lo devuelvo con cariño.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHas mezclado las dos convocatorias y te ha quedado genial, esta vez te perdono 300 palabras para cada una ajajjajaj.
EliminarLas brujas no sé el porqué, pero tiene ese halo que embrujan a todo bicho viviente.
Su mirada, su pelo, sus vestiduras y sus hechizos hacen que entre otras cosas me hayan subido el comentario sin querer y lo haya tenido que eliminar por dos veces ainsss tienes duendes por aquí ajajá.
Un texto precioso y donde la magia anda suelta.
Un besote y muchas gracias cielo.
¡Exacto! 300 x 2 convocatorias jajaja
EliminarA mí también me encantan las brujas y sus historias. Recomiendo totalmente la tercera temporada de American Horror Story: Coven. Y ahora me he animado a escribir un proyecto sobre brujas y demonios ^.^
Gracias por anfitrionar.
Un besazo lleno de suerte
Hola Dafne, me encantan las brujas, jeje, y estas cocinando cosas normales como pulpo, no están nada mal, jeje. Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Son brujas gallegas, tienen que cocinar pulpo ;)
EliminarEncantada de que esté gustando.
Un abrazo, Merche
Eres enorme. Creas una escena maravillosamente envolvente, una atmósfera mágica y muy visual, y unos diálogos muy divertidos que atrapan y te adentran en la situación narrada.
ResponderEliminarMe ha encantado. Lo he disfrutado mucho. No me importaría formar parte de tal elenco de brujas, ja, ja, ja… El gato negro ya lo tengo (bueno, es gata, y yo algo brujilla) 😆😆
Gracias por tan magnífica aportación, preciosa 🙏
Bsoss enormes, y ¡muy feliz mes! ✨💙
Me encanta participar en tus convocatorias, Gin, y desde que las planteas a principios de mes mi cerebro va maquinando qué historia contar. Con las imágenes de Rusty sabía que tenía que protagonizarlas unas brujas... y la convocatoria juevera de Campirela me dio las guindas del pastel.
EliminarUn besazo enorme, de bruja a bruja ✨💙
Y también te deseo muy feliz mes
Muy buena celebración las de las brujas, con mariscos de las Rías Baixas, lo mejor de lo mejor.
ResponderEliminarMe gusto mucho tu historia y como la contaste, un placer leerte, un abrazo.
PATRICIA F.
¡Muchas gracias, Patricia!
EliminarEl placer de participar es mío.
Un abrazo
La pasaron bien las cuatro brujas y el gato negro.
ResponderEliminarBien cumplidas las dos convocatorias.
Besos.
Las brujas y el gato lo pasaron bien, el pulpo y la calabaza no tanto ;)
EliminarUn besazo, Demi
Que lindo aquelarre, ya quisiera haber formado parte... Ya tienes que ir abriendo lugares, ya somos dos con Ginebra anotadas. Divertido, dinámico y con variedad de especias para calmar a ese pulpo muy inquieto.
ResponderEliminarMe gusto este regalo que nos has dado, un dos por uno magnífico.
Un abrazote compañera :)
Encantada de abrir un aquelarre bloggero ;)
EliminarVuestros comentarios son mi regalo
¡Un abrazo, Cecy!
Genial tu relato al combinar ambos retos en uno! Y tremendo este cuarteto de Meigas! A cual más poderosa! Me han encantado ellas y su historia! Un abrazote Dafne!
ResponderEliminarEncantada de que os hayan gustado mis meigas de las Rias Baixas ;)
EliminarGracias por leer y comentar, Marifelita
Un besazo
Has construido un relato maravilloso, uniendo las dos propuestas y además has conseguido que se me haga la boca agua con los productos de las Rías Baixas.
ResponderEliminarTe felicito.
Ya sabes lo que toca, Tracy: a cenar pulpo a la gallega y calderada ;)
EliminarGracias por tus palabras.
Un besazo
muy detallado el ritual del pulpo, tal y como la tradición manda. Meter en la cocina a tanta meiga ocurre lo que ocurre Un abrazo
ResponderEliminarUna noche de miedo para estas meigas ;)
EliminarUn abrazo, Rodolfo
muy buena aportación combinando los dos retos. no sé nota nada lo del exceso de palabras, porque todos llevamos incorporado un contador subjetivo de palabras que nos dice si un texto es largo , y el tuyo es corto. Pobres pulpos, pero están tan buenos. 8 cerebros vi en un reportaje un tanto exagerado que insinuaba un origen "demasiado extraño" el de este animal, pero están tan buenos( esto creo que ya lo había dicho)
ResponderEliminarbesosss Dafne
gabiliante
Estrictamente hablando, los pulpos tienen un cerebro central conectado con un complejo sistema de ganglios a cada uno de los ocho tentáculos (de ahí lo de los ocho cerebros).
EliminarEstoy totalmente de acuerdo, ¡están riquísimos! Sobre todo cocinados a la gallega ;)
Un besazo, Gabi
Chiquilla, eres el alma de la fiesta. Lo has logrado, Dafne. Te felicito por tu creatividad y tu maravillosa aportación. Una fusión impoluta.
ResponderEliminarMil besitos sonoros y muy feliz diciembre 💫❤️
Ais, me alegro que te haya gustado, Auro. Gracias por pasarte y comentar.
Eliminar¡A festejar!
Un besazo y feliz diciembre 💫❤️
Un relato mágico y precioso, Dafne.
ResponderEliminarMuy buenas descripciones de las cuatro meigas desenvolviéndose en la cocina
Y me ha hecho mucha gracia el hecho de que si las cebollas te hacen llorar es porque quien la planta este desnudo jajajaja
Vengo casi fuera de tiempo porque te he dejado para el final, pero bien por mi porque me ha encantado.
Un abrazo
No te preocupes por el tiempo, Ardilla... Aquí siempre se anda indefinidamente ;) Además, siempre adoro leer vuestros comentarios.
EliminarLo de las cebollas lo he escuchado de la familia de mi pareja, que es de Ucrania. ¡Supongo que es una superstición eslava!
Un abrazo
Me gustó tu relato...No me puedo quitar la imagen de ese plato de pulpo de la cabeza...Es que me encanta! Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Me hace gracia haberos dejado con la boca hecha agua por el pulpo ;)
EliminarGracias por leer y comentar, Sibila
Un abrazo
Me hubiese encantado asistir, meiga nunca sobran (pobre pulpo)
ResponderEliminarUn abrazo
La próxima vez, MdN ;)
EliminarPobre pulpo... pero estaba riquísimo.
Un abrazo