Jakub Rozalski
"Is it not the daughter of this woman whom we accused
of witchcraft and burned at the stake, a few days ago?..."
"¿No es esta la hija de aquella mujer a la que acusamos
de brujería y quemamos en la hoguera, hace unos días?..."
Todos los viernes intentaba escaparme a aquella pequeña galería donde exponían todo tipo de artistas.
Me encantaba el laberinto de pequeñas salas que la corformaban, como si cada una de las obras mereciera un espacio para ellas solas; pasaba largos minutos admirándolas, imaginando historias, embebiéndome del arte, alimentando mi alma, inspirándome... Nunca iba acompañada y sabía las horas a las que acudía menos gente.
Aquel viernes la galería exponía a un artista polaco del que nunca había oído hablar; en la primera sala su breve biografía explicaba que era un artista independiente, pintor y narrador de historias. Sus proyectos principales eran "World of 1920+" y "Wolfpack". Pronto lo entendí. Sus obras te sumergían de lleno en tiempos remotos, como el medievo o las grandes guerras, y poseían detalles fantásticos (brujas, hombres lobo, monstruos gigantescos) o futuristas (máquinas enormes, tanques, robots).
Cuando llegué a una sala de paredes blancas, me quedé completamente atrapada por la imagen que mostraba el cuadro: una niña campesina que me recordó a mi pueblo de origen en los Cárpatos, señalándole a un hombre lobo dónde se escondían un caballero y un hombre aterrorizados. Removió algo dentro de mí, como si yo fuera esa niña tranquila que encontraba en aquel monstruo la forma perfecta de vengarse de sus propios monstruos.
Noté un escalofrío recorriendo mi piel, penetrando en mis nervios y llegando a mi espina dorsal, hasta mi nuca. Había un gran ventanal enfrentado al cuadro, en la pared que ahora quedaba a mi espalda. Estábamos en invierno y la noche anterior había nevado. Hacía frío y calor al mismo tiempo en la sala y por un momento temí girarme y encontrarme al otro lado del cristal a aquella figura de ojos luminosos y sonrisa llena de dientes; sobre todo temía encontrármela y preguntarle por qué no había aparecido cuando yo era pequeña
para vengarme.
Terrorífico relato, aunque con esa criatura, la del lobo claro, no es para menos. La venganza dicen que es un plato que se come frío, la pintura así lo demuestra y en tu relato nos queda esa incógnita, llegará la venganza?
ResponderEliminarDulces besos Señorita Dafne.
Puede que llegue o puede que no, depende de los lectores ;)
EliminarUn besazo, Dulce, y que tengas un dulcísimo fin de semana
Hola! El cuadro elegido me encanta, es tan inquietante como el texto que escribiste.
ResponderEliminarTodos tenemos cuentas pendientes de la infancia, ahora que somos mayores tenemos las herramientas para saldarlas, pero la venganza no es buena, genera más monstruos, genera más venganza.
Me gustó mucho leerte. Un abrazo.
¡Muchas gracias, Sidnel!
EliminarSí, la verdad es que la venganza genera verdaderos monstruos...
Un besazo juevero :3
ûes produce una inquietud excelente. Ese cuadro, aunando mitos, para una niña debía ser horripilante, así que nada de haberlo querido mirar de pequeña :-)
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo y tarde bonita, entre cuadros.
Yo creo que la niña, precisamente, está bastante tranquila jajaja
EliminarMil gracias, Albada.
Un abrazo
Reconocer la propia sombra y vencerla, es una muy buena forma
ResponderEliminarde autoconocimiento que nos permite crecer.
Cuando enfrentamos a nuestros propios monstruos, nos fortalecemos.
Me gustó mucho este relato tuyo que nos lleva por esa senda.
No conocía la obra de este pintor. Gracias por hacérmela conocer.
Besos
Totalmente de acuerdo, Myriam.
EliminarGracias a ti por comentar. Encantadísima de haberte presentado la obra de Jakob.
¡Besos!
Es como si la niña hallará en el lobo la salida a sus demonios, a esos que la acosaron de niña y ante los que no sabía hacer frente. Quizá quien tenía que defenderla, jamás lo hizo. Quién debía cuidarla, tampoco. En fin, elucubraciones mías inspiradas en el texto y en la imagen donde el hombre lobo, el monstruo parece mirarla con comprensión, como si no fuera atacarla, al revés, viene a vengarla, a protegerla...
ResponderEliminarEs maravilloso lo que un cuadro nos puede inspirar y lo que unas letras nos pueden hacer sentir.
Millones de gracias por tu aportación, por participar y acompañarnos en esta convoctoria.
Un beso muy grande.
Para mí el lobo sonríe, agradeciéndole a la niña que le ayude a cazar a esos otros monstruos. Y también me parece que viene a vengarla y protegerla ;)
EliminarGracias por anfitrionar, Mag. Un placer.
Un besazo y espero que todo te vaya genial
Un relato intenso, mi niña. El cuadro representa un angustioso fragmento y tú lo relatas adentrándonos en él y en la emoción que provoca. Un placer leerte, siempre.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y muy feliz día ♥
Ay, muchas gracias, Auro.
EliminarEncantada de leeros también.
¡Mil besos y feliz finde! 💜
Que relato mas lindo , donde en esa sala de exposiciones pudiste recrear una escena de antaño ..los cuadros es lo que tienen a veces reflejan momentos o episodios de nuestra propia vida .
ResponderEliminarAbrazos preciosa.
Cada cuadro es una obra distinta para cada espectador ;)
EliminarUn besazo, preciosa Campirela
Qué buen final para esta mágica historia narrada a través de la obra de un pintor que desconocía. Un abrazo
ResponderEliminar¡Gracias, Neo!
EliminarY me alegro de haberte presentado a Jakob.
Un abrazo
Un cuadro que nos devuelve a la infancia. Con monstruos y niñas, con miedo y terror.
ResponderEliminarTodos tenemos de algún modo nuestro monstruo que viene a vernos.
Me sorprendió. Un piacere visitarla
beso
S
Sí, todos tenemos nuestros monstruos...
EliminarEl pieacere es mío, Siciality ;)
Un besazo
Es curioso que la niña señale a los humanos que se ocultan. Para ella, tal vez los caballeros sean los monstruos y no el hombre lobo.
ResponderEliminarQue demonios lo de la protagonista, para reconocerse en esa situación. Y lamentar que ese ser no haya aparecido en ese entonces.
Besos.
Pues sí, la protagonista también escondía sus propios monstruos...
EliminarUn besazo, Demi. Espero que todo vaya bien allá por Hurlingham ;)
Da terror las vicisitudes del relato y la visión del cuadro que has elegido.
ResponderEliminarMuy interesante.
Terror tenía que dar ;)
EliminarGracias por comentar, Tracy
Un beso
Extraordinario... de verdad; porque poco a poco haces que uno se adentre en esa habitación contigo, vea y viva ese cuadro a través de tus ojos. Aparte, en mi caso, me has hecho conocer a este artista y ha sido todo un placer, gracias.
ResponderEliminarUn beso y cuídate bella.
¡Ay, qué ilusión me hace leer tus palabras, Alma!
EliminarEl placer es mío de haceros conocer a Jakob.
Un besazo y mucha salud
Perdida entre el miedo y monstruos en aquel laberinto de las salas atrapada con ese monstruo, que mágica y misterioso tu relato, me encantó, y el cuadro elegido.
ResponderEliminarUn placer leerte, preciosa.
Besos enormes.
Mil gracias, preciosa María. El placer es mío de contar contigo en mi blog.
EliminarUn besazo :3
He sentido miedo... pero me ha gustado.
ResponderEliminarBesos.
Me alegro, Dev ;)
EliminarBesos