«El banquete se celebraba en un lugar
donde se erguían los llamados Árboles
Amantes.
Contaba la historia que hace
miles y miles de años, antes de que la aldea de Lorea tuviera ese nombre,
convivían en la isla dos familias indígenas que se odiaban profundamente.
Como suele pasar en este tipo de historias, dos jóvenes que se suponía que debían odiarse se enamoraron, y eso a los ancestros no les sentó nada bien. Hechizaron a los amantes, convirtiéndolos en dos árboles separados por decenas de metros para que nunca más volvieran a estar juntos.
Como suele pasar en este tipo de historias, dos jóvenes que se suponía que debían odiarse se enamoraron, y eso a los ancestros no les sentó nada bien. Hechizaron a los amantes, convirtiéndolos en dos árboles separados por decenas de metros para que nunca más volvieran a estar juntos.
Sin embargo, las copas de los
árboles empezaron a inclinarse hacia donde se encontraba el otro, solamente
unos centímetros cada mes, un movimiento casi imperceptible, pero que era
suficiente como para que a medida que crecían y transcurrían los años, llegase
el momento en el que se alcanzaron de nuevo.
Entonces, con los troncos casi
en horizontal respecto al suelo y llevados por el sentimiento más glorioso que
se puede sentir jamás, comenzaron a enredarse el uno con el otro para que nadie pudiera volver a separarlos. »
Este es un fragmento de mi novela, una historia dentro de la historia principal.
El dibujo lo hice el 10-11-14. El primero es el original, mientras que el segundo es la misma imagen pero con un filtro.
Espero que os haya gustado, y es muy posible que a partir de ahora suba fragmentos de este tipo, que están incluidos en mi libro pero que al mismo tiempo no os spoilean nada, como si fueran relatos individuales.
Y sí, tranquilos, pronto subiré la nueva entrada de Alter Ego... ;)
Me ha encantado. En serio, es un fragmento pequeño, pero lleno de dulzura y algo antiguo, como un cuento al calor de la chimenea. Además el dibujo lo acompaña maravillosamente. Con ganas de leer más fragmentos <3
ResponderEliminar¡Me alegro mucho de que te haya gustado, Laura! Lo cierto es que no sabía si subir o no el dibujo, pues lo hice hace apenas unos días (mientras que el fragmento ya tiene algunos añitos), así que me decidí en el último momento y... voilà!
EliminarGracias por comentar ;)
PERDONA, LAURA, QUIERO LEER ESTA ESCENA YA, QUE ME TIENES EN ASCUAS, ¿OK?
ResponderEliminarLorea es tan genial y tan bonito <3 Y tu narrativa, como siempre te digo, especial y magnífica.
Creo que sospecho que puede ser Treba... por Pocahontas, JAJAJAJAJAJAJA.
Espero nueva entrada prontito <3
Un besazo, compi :)
Tranquilo, Sergi, ya la leerás, que pasado mañana te llegan los próximos capítulos (¿preparado para la recta final del primer libro?)
EliminarA propósito de esta historia... No, no es Treba, simplemente es un pequeño relato que cuento como de pasada.
Sobre mi narrativa... cari, ¡eres un cielo! y me siento muy afortunada por tenerte entre mis primeros lectores ;) (bueno, de teneros a todos vosotros entre mis primeros lectores, aunque claro, tú eres de los pocos que me leen a papel)
¡Nos vemos! :3
PD: El símil de Treba con la Abuela Sauce de Pocahontas me mató jajajajaja Nunca se me había ocurrido...
OH! Yo quiero leer más escenas claramente. Nueva por aquí, pero el fragmento me ha dejado maravillada, y tu prosa atrapa, en serio :)
ResponderEliminarUn beso!
Marina
¡Hola, Marina! Encantada de conocerte y de que te haya gustado el fragmento ;) ¡Pásate por el blog cuando quieras! y a ver si subo más trocitos de la novela...
Eliminar¡Ciao!
Una bella historia de amor, y es que el amor busca ganarle a todo. Me gustó la metáfora de árboles entrelazándose, y los dibujos, o el dibujo, el original es acuarela?
ResponderEliminarDulces besos entrelazados 💜
Efectivamente, es original de acuarela, en colores verdes y rosas que al pasarlos por el filtro (como de "negativo") se intercambiaron.
EliminarDulces besos entrelazados, Caballero 💜