Nota: en este artículo aparecerán
vídeos e imágenes extraídos de la red. NO son de mi autoría. Si en cualquier
momento su autor decidiera retirarlos, solo precisa avisarlo. Gracias :)
He querido que esta entrada
estuviera relacionada con la de Ser o no ser escritor, aunque creo que, además
de a la literatura, también podría estar referida a las películas, series de
televisión, a la música… Pero de eso hablaremos un poquito más adelante.
Pienso que es muy difícil ser
original. No solamente porque ya ha habido muchas personas que han escrito o
expuesto ideas que en su época resultaban excepcionales y rompedoras, sino
porque las ideas están ahí, y aunque
tú no hayas oído hablar jamás de aquellos que ya las han explicado, es muy
probable que llegues a las mismas conclusiones.
Pongamos un ejemplo: dibujar un
cervatillo.
El primer ser humano que dibujó
un cervatillo se remonta a hace un millón de años, a los hombres de las
cavernas. Él fue el primero, y con el paso del tiempo han sucedido multitud de
artistas que también han dibujado cervatillos, pero no porque se copiasen unos
a otros (aunque eso también puede ser posible) sino porque la idea sigue ahí,
al alcance de todos, y cualquiera la puede transformar. Si estoy paseando por
un bosque en busca de inspiración y me encuentro un cervatillo, me siento y me
pongo a dibujarlo, no lo he hecho con la intención de copiar a nadie, sino
porque la idea estaba ahí y yo he visto la oportunidad de aprovecharla.
"No importa lo que sea que cualquiera os diga, las palabras y las ideas pueden cambiar el mundo" |
Es un poco lo que decía Platón
con su Mundo de las Ideas. Las Ideas son como luces intermitentes y nosotros
simplemente las percibimos. Miramos a nuestro alrededor y nos inspiramos con
colores, sonidos, formas… Y si algo nos gusta, nos fijamos en ello y lo “copiamos”
de manera que lo convertimos en algo nuestro; en ese momento entran en juego la
imaginación y la creatividad de cada uno para darle un toque personal.
En absoluto estoy apoyando el
“copia y pega” del plagio, y no hay nada que me aborrezca más que los que se
sirven de las ideas de otras personas y se apropian de ellas. A mí no me
importa inspirar a otras personas con
mis obras, pues yo misma me he inspirado inconscientemente de ideas que ya
existen. En esa palabra —inspiración— radica la diferencia. Una cosa es
provocar admiración y otra muy distinta que te roben tu trabajo y le pongan el
nombre de otra persona.
En alguna parte he leído que se
debe ser lo suficientemente humilde y honesto como para aprender de los otros,
pero lo suficientemente ambicioso para decir: “Yo quiero mejorar eso”.
La originalidad pura y dura es
prácticamente imposible, pero se puede ser original dentro de la
no-originalidad si en vez de dibujar al cervatillo tal y como es, le pintas el
pelaje verde con motas plateadas, le pones las pezuñas de fuego, los ojos con
espirales naranjas y las astas de los cuernos terminadas en hojas de árboles
como si fueran ramas.
Ocurre que las ideas originales
se las apropian no los primeros que tuvieron esa ocurrencia, sino los primeros
que tuvieron el poder de constatar que la tuvieron.
Cuando estaba en 5º de primaria,
mis profesores nos hacían trabajar en proyectos en grupo, como el Universo, las
Civilizaciones Antiguas, el Arte… Y lo primero que nos proponían era que nos
formulásemos preguntas sobre el tema que íbamos a tratar. Después, las íbamos
diciendo y en un Word una persona las iba copiando, de modo que al final de la
sesión llegábamos a tener alrededor de 100 preguntas formuladas por 50 críos de
11 años.
¿Qué
es el mundo?
…
¿Hay
vida en otros planetas?
…
¿Por
qué existimos?
…
¿Existe
algo después de la muerte?
…
¿El
Universo es infinito?
…
¿Cuántas personas, a lo largo de
la historia, han tenido las mismas cuestiones en algún momento de sus vidas?
¿Cuántas personas las seguirán teniendo?
Lo mismo pasa con las ideas, que
se repiten una y otra vez aunque no nos demos cuenta, aunque pasen mil años de
por medio. Siempre vuelven. Si no os
lo creéis leedlo en libros, vedlo en películas y escuchad música de distintas
épocas.
Lo
bueno se repite. O, más bien, se hace repetir.
¿Conocéis esta canción…?
Alguno creerá que es la original
y la identificará por el toque de David Guetta. Pero no, la canción tiene medio
siglo y la cantaba la hija de Frank Sinatra, la misma que cantó Boots are made for walking —y que se ha
escuchado mil veces en los anuncios—.
No por ello la versión de David
Guetta es peor, pero está claro como el agua que no sería la misma si Nancy no
la hubiera cantado en su momento. ¡Seguramente no habría ni siquiera canción de
David Guetta! Por supuesto que, si no conoces a Nancy Sinatra… ¿Cómo puedes
saber que la original la cantaba ella?
Pasa parecido con los gustos, que
se forjan mediante la comparación.
Constantemente comparas artistas,
géneros, imágenes, melodías… Si solo has leído un libro de ciencia ficción lo
más probable es que te parezca el más original de todos los tiempos, pero si
decides continuar leyendo, descubriendo otros autores, empezarás a compararlos
entre ellos, a discernir cuál te gusta más y por qué, y en qué escenas se
parecen. Mentalmente ordenarás su nivel de originalidad según el año de
publicación, aunque la idea la tuviera el autor mucho antes de que el otro
libro se publicase siquiera; la cuestión es que el otro se publicó antes,
“firmando” que es un poquito más original. Puede resultar injusto, sí, pero en
ningún momento dije que no lo fuera. ¡Así es la vida!
¿La mitología romana? Basada en
la mitología griega.
¿La escritura griega? Robada de
la civilización fenicia.
¿Las primeras leyendas? Las
mesopotámicas…
¡Buenoooo! Y mejor no nos
adentremos en el escabroso mundo de la religión…
Sin embargo, todo ello son solo
suposiciones basadas en los rastros que han perdurado con el paso de los
siglos. ¿Qué pasa con las Ideas que se han perdido? Quizás no se han perdido, y
han surgido de nuevo en otra época, gracias a otra mente…
Creo ya que podemos ir concluyendo.
Espero haberos hecho pensar sobre
el Ser o no ser original y que os haya gustado el artículo. Si se os ocurriera
cualquier idea, por centelleante que sea, una llama, una chispa, estaría
encantada de que la compartierais en los comentarios ;) Da igual la fecha.
Cuando leáis estas palabras, sea días después de la publicación o tras muchos
años, estaré encantada de responderos y opinar.
¡Muchos abrazos y besos!
Y recordad:
« Nada es original. Roba de cualquier sitio que te llene de inspiración o alimente tu imaginación. Devora películas viejas, películas nuevas, música, libros, pinturas, fotografías, poemas, sueños, conversaciones intrascendentes, arquitectura, puentes, señales de tránsito, árboles, nubes, ríos, luces y sombras. Selecciona para robar solamente aquellas cosas que le hablen directamente a tu alma. Si lo haces, tu trabajo (y tu robo) será auténtico. La autenticidad no tiene precio; la originalidad no existe. Y no te preocupes en ocultar tu robo – celébralo si hace falta. En cualquier caso recuerda siempre lo que dijo Jean-Luc Godard: “De lo que se trata no es de dónde tomas las cosas, sino de hacia dónde las llevas”. »
Jim Jarmusch
¡Esta entrada me ha gustado mucho!
ResponderEliminarEl ejemplo del cervatillo lo ilustra perfectamente, al final, todas las cosas se parecen un poco en esencia, pero llegan a ser completamente diferentes.
Por cierto, me he enamorado de la canción de David Guetta, no la conocía. Pero si otros ejemplos (por ejemplo Dust in the wind). Es algo muy normal.
Al final, me quedo con esta conclusión: Creo que está muy bien eso de buscar "una idea rompedora" que se salga de los esquemas, pero que si no te sale, no te amargues, coge algo que te gusta, investiga sobre ello, busca música, películas y libros, ¡y haz tu propio estilo! :)
Un beso
¡Me alegro de que te haya gustado!
Eliminar"Dust in the wind", la original, es preciosa *-* aunque también tiene buenas versiones. Tienes razón en que el tema de versionar es algo muy habitual, pero me suelen chocar esas situaciones en las que alguien dice, por ejemplo: "¿Has oído la canción Impossible de James Arthur? ¡A mí me encanta! Es una novedad espectacular." Y tú respondes: "Como versión sí será una novedad, pero la original es de Shontelle y la conozco desde hace años... ¿Quieres escucharla?" Por supuesto, también es una forma de hacer conocer a los clásicos con artistas actuales.
Buena conclusión ;)
¡Besos!
Muy buen articulo! Lo cierto es que puede resultar muy complicado ser original. Todo está inventado, y bravo para aquel que logra darle una vuelta de tuerca a algo ya concebido.
ResponderEliminarMe ha gustado en particular el fragmento en el que dices que los gustos se forjan a través de la comparación, y odio cuando alguien se cree experto en algún tema en particular cuando en realidad su documentación es pésima.
Hay que empaparse, leer tanto como podamos, que cuanto más leamos menos entenderemos... Pero más sólida será nuestra opinión.
Un abrazo Dafne! :D
¡Muchas gracias por comentar, Mikel!
EliminarMe pasa lo mismo: odio cuando alguien se mete en temas de los que no tiene ni idea solo para hacerse el listillo o la listilla. Si no se sabe de lo que se está tratando... ¿para qué meterse? Lo que creo que se debería hacer es escuchar, y al menos de esa manera empezar a forjar una opinión y quizás, más adelante, sí se pueda aportar un punto de vista.
Me ha encantado la frase de que "cuanto más leamos menos entenderemos". Es muy sabia.
¡También un abrazo muy grande para ti! :3
¡Hola! Me gusta cómo piensas, yo me voy por el mismo camino, aun así, creo que dos personas que no se conocen pueden tener la misma idea, aun sin saber nada el uno del otro. Pero esto de que se puede original lisa y llanamente, es imposible, incluso, imagino que muchas ideas deben haber sido tratadas anteriormente, que cuando estudiaba sobre el origen de la escritura, veíamos las técnicas mnemotécnicas para recordar los discursos orales y que perduren a través del tiempo. Algunas deben haber llegado a plasmarse en algún medio escrito, pero algunas deben haber muerto en la boca de quién las dijo y ya —quién nos dice que no haya habido un Romeo y Julieta en esos tiempos y no haya llegado a ver el papel nunca—
ResponderEliminarEs difícil ser original, pero bien se puede llegar a llevar esas ideas por buen camino, como Marvel que se reinventó personajes mitológicos como Thor, Loki, Odín, etc para hacer algo muy bueno —tanto que si hablas de los dioses, tienes que especificar que es de Marvel o la mitología xD—. Diferentes versiones que tienen su encanto desde su mundo particular en que fueron creados.
Realmente, creo que como artista, uno nunca deja de aprender y hay tanto hecho ya, y tanto que no llegamos a abarcar, que probablemente, eso que decíamos que es super original, está ya hecho —me pasó cuando vi el Origen, que muchos decían que es super innovadora, más, es prácticamente, la adaptación yanqui de Paprika, el libro y película japonés, para quién no sabe esto, es algo totalmente innovador, para quién lo conoce, no. Creo que también pasa mucho, pero mucho por la ignorancia propia, que como somos humanos y abarcamos lo que está a nuestro alcance, muchas cosas se nos escapan y pueden ser cosas decisivas entre una idea original y una ya hecha—.
Aun así, creo que se puede hacer algo innovador, fresco, sólo que hay que ponerle mucho trabajo y dedicación, por sobre todo, investigar mucho, que es lo que suele fallar cuando se crea algo.
¡Un abrazo!
¡Sí! Estoy completamente de acuerdo. ¿Quién dice que no se pueda hacer de algo inventado, algo original? Detrás de todo ello, como bien dices, hay que ponerle esfuerzo, y también añadiría un poco de talento y mucha, mucha pasión. Al final es el amor que dedicamos en cualquier acción lo que marca la diferencia, desde mi punto de vista.
EliminarMe alegro de que te hayas podido pasar a raíz de la otra entrada y que me comentes *___* ¡Es un placer intercambiar mensajes con personas como vosotras! Lo encuentro realmente enriquecedor y me da mucha alegría.
¡Un besazo!
A estas alturas de la vida, en el mundo poco queda por inventarse que sea realmente algo nacido desde cero, algo que no hayamos visto antes, ni oído, porque es como bien expones, toda idea nace de un estímulo y ese estímulo está el mismo entorno en que vivimos. Solo hay que saber verlos o percibirlos y cuando eso pasa, entonces surge la inspiración. Y tener referencias al momento de crear es lo más natural, yo mismo tengo mis influencias al escribir, escritores o músicos que me gustan y han influido en mis poemas, o ideas que veo y que luego desarrollo a mi manera. Pero esa luz que se enciende, nunca viene de la nada, siempre tiene un motivo.
ResponderEliminarMás besos dulces de manzana Señorita.
Totalmente de acuerdo, Dulce. Nos inspiramos con nuestras esperiencias, con otras personas, con libros, películas, series, canciones... Y creo que es algo bonito, porque es como si todos estuvieramos unidos de forma indirecta por nuestras obras. Eso sí: cada uno le damos un toque especial, pues nuestras circunstancias e inspiraciones nos hacen personas únicas.
EliminarSigamos inspirándonos y disfrutando ;)
Más besos dulces, Caballero