NUESTRA MENTIRA
En la primera página de nuestra historia el futuro parecía tan brillante...
Tú eras una de esas personas tan difíciles de conseguir; una persona inteligente, con carisma y buena presencia, que lo hace todo perfecto. ¿Por qué te ibas a fijar en mí? Confieso que cuando te dirigiste a mí por primera vez tuve ganas de darte las gracias. ¡De verdad! No me creía la suerte que estaba teniendo porque me estuvieras prestando atención.
A partir de entonces quedamos en una cafetería todos los jueves por la tarde. Yo me abrí en canal para ti desde el primer día, mientras que tú actuabas con tanta mesura... Nuestro primer beso fue suave y tierno, casi como si tuvieras miedo de que me fuera a romper. ¡Ah, ahora lo comprendo! No querías que tuviera miedo.
Pasaron los meses. Las caricias se hicieron más intimas e intensas y, como nos encantaba nuestra compañía, me propusiste compartir piso. Yo estaba terminando mis estudios y no tenía ninguna forma de pagar mi parte, pero tú en seguida me convenciste de que podías mantenernos hasta que encontrase trabajo. El brillo de tu sonrisa me cegó.
La primera vez que me gritaste fue una noche que volviste del trabajo. El último de mis exámenes me había agotado y se me había pasado la hora de hacer la cena. Tu voz, tu furia... Me empequeñecí y rompí a llorar. Me abrazaste. Te disculpaste. Me prometiste que no volvería a pasar... Me creí tu mentira.
Las manos en las muñecas, alrededor de la garganta, los puños atravesando la pared, impactando contra mis lágrimas... ¿Por qué, cuanto más sufría, más me querías? Y lo peor es que creo que llegué a amar nuestra mentira. Amé tu odio y luego odié mi amor. Pero para cuando quise escapar, era demasiado tarde.
Me avisaste: si intentas dejarme, te ataré a la cama y prenderé fuego a esta casa. Pensé que eran amenazas vacías; paradójicamente, fue la única promesa que cumpliste.
Así, nuestro brillante futuro ardió hasta los cimientos, y nuestros recuerdos se convirtieron en humo.
Y una vieja reflexión cuando estudié a Nietzsche: Las mentiras
Impactante, Dafne. Me ha gustado mucho la forma en la que has narrado algo tan dantesco y que está a la orden del día. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos, bonita ♥
Ojalá no estuviera a la orden del día *.*
EliminarAún con la temática, me alegro de que te haya gustado, Auro.
¡Mil besos!
Más que una mentira tal vez lo que narras, aunque eso puede ser la mecha de ese escenario dantesco, al final una mentira era nada ante tanta violencia. Buen relato, muy bien narrado Dafne y buena canción además.
ResponderEliminarBesos dulces de manzana.
¡Mil gracias, Dulce! Creo que la mentira más grande es pensar que no nos puede ocurrir lo mismo, o que lo infravaloremos.
EliminarLa canción me encanta; primero la conocí por Eminem ft. Rihanna, luego me enteré de que aparte del rapero la otra autora es Skylar Grey... y su versión me parece muchísimo más dolida y profunda.
Dulces besos de manzana
Por desgracia es una historia que se hace realidad mas veces de las necesarias. La imagen de ese hombre tierno y amable que de una manera loca se vuelve distinto, y su único decir es lo siento te amo ...Hay maneras de amar que no son ideales y al primer inicio salir huyendo. Lo has contado de maravilla. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarBueno, realmente en el relato no he mostrado que los personajes sean un hombre y una mujer... Aunque supongo que es la imagen más extendida que tenemos.
EliminarHay que saber deshacerse de las relaciones tóxicas, por nuestro bien.
¡Un besazo, Campirela!
Noto que tu relato, intuyo que intencionalmente, no define el género de los personajes. Tanto puede ser un hombre y una mujer, como ser dos mujeres. Por alguna razón, imagino que el personaje que asesina es una mujer. Que también las hay psicópatas y asesinas.
ResponderEliminarMentiras mortales que suelen ser reales.
Bien contado.
Besos.
Has pillado mi intención perfectamente, Demi ;)
EliminarMe parece perfecto que lo interpretes como si fueran dos mujeres, y tu última frase lo resume genial: "Mentiras mortales que suelen ser reales."
Un besazo
Durísimo, y muy real. No es una mentira, es la manera de atraer a la víctima, como teleraña pegajosa, para luego devorarla, lentamente.
ResponderEliminarPorque esa realidad no exista más. Fíjáte que dices...odié mi amor, y amé tu odio. Impactante. Un abrazo
Tu metáfora me parece super acertada, Albada; al final las víctimas acaban dentro de un capullo de seda, separadas del mundo exterior para ser devoradas.
EliminarOjalá no exista más.
Un abrazo
¡Qué horror!, se me ha puesto mal cuerpo al leerlo, pero a los o las, me da igual el sexo, no se le pone mal cuerpo al actuar de esa manera.
ResponderEliminarDuro donde los haya , tu relato.
Ya, hay personas con muy pocos escrúpulos...
EliminarAunque resulte duro leerlo, me alegro de que os haya gustado el relato.
Un besazo, Tracy
Terrible. Lo peor es que ese drama se sigue repitiendo cada día en la vida real de cuentos, miles de personas que mezclan el amor con la dominación y el odio al punto de justificar sus propias aberraciones. Muy duro. Un abrazo
ResponderEliminarJo, lo que es terrible es que siga pasando en la vida real. Como decía más arriba, hay que aprender a identificar y, luego, a deshacerse de las personas tóxicas.
EliminarUn abrazo, Neo
¡Qué fuerte! Lo peor de todo es que este tipo de mentira cargado de violencia sigue siendo noticia real. Un abrazo.
ResponderEliminarEn efecto, lo peor es que esta mentira sea real...
EliminarUn abrazo, Esther
Horrible lo que se puede esconder detrás de una falsa persona. La verdad es que ha dado terror esta entrada. Y cuánta realidad de esto hay en el mundo, dios mío.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho cómo lo has ido desarrollando, Dafne, qué bueno que hayas participado.
Un beso enorme.
Y desgraciadamente hay taaantas personas falsas...
EliminarMe alegro de que te haya gustado, María. Ahora me pasaré gustosamente a leeros y a comentaros ;)
Un besazo
Un drama, una lacra que parece no tener fin y de la que parece imposible escapar. Lo has escrito de forma genial. Besos.
ResponderEliminarSupongo que habrá que seguir luchando para que tenga un fin.
EliminarMil gracias por tus palabras, Molí.
Un besazo
¡Tremendo relato! Muy bien narrado y muy realista, por desgracia.
ResponderEliminarUn abrazo, Dafne
La pena es que sea tan realista *.*
EliminarGracias por comentar, Myriam. Me alegro de que haya gustado.
Un abrazo
Un relato que endulza al inicio, y continúa lleno de amargor.
ResponderEliminarTriste y tan actual el tema que nos presentas.
Muy bien contado. Enhorabuena.
Un abrazo.
Lo triste es que sea tan actual... Ojalá deje de existir.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, Berta.
Un abrazo
Impactante, mu impactante y muy triste que las cosas tengan que suceder así, y que por desgracia aún sucedan. Lo he leído y no sé todavía que estoy sintiendo, si tristeza, si impotencia, si ganas de llorar...Es muy triste, eso debería de terminar.El amor no es posesión,nadie pertenecemos a nadie.No somos cosas, somos personas y las mujeres son las que más sufren esa sinrazón.
ResponderEliminarEn cuanto a bueno, es muy bueno tu relato y real, muy real.
Un abrazo.
Ojalá terminase, José Luis. Supongo que hasta entonces habrá que seguir luchando y castigando las actitudes tóxicas.
Eliminar¡Muchas gracias por tus palabras!
Un abrazo
quizás sea un hecho que abre muchos telediarios, que odiamos tanto las mujeres como los hombres cada vez que ocurre. Nada justifica ese maltrato ese amor enfermo que termina en desgracia. Nunca, ni cuerpo ni alma pertenece más que a cada uno. Un abrazo
ResponderEliminarExacto: nada justifica el maltrato.
EliminarOjalá dejen de abrir noticias y telediarios estos casos.
Un abrazo, Rodolfo
Dios.... Me atrapaste volando bajo... no esperaba algo así. Será porque no queremos ver los infiernos de otros?.... No es bueno, no es bueno.
ResponderEliminarSupongo que no, no queremos ver los infiernos de otros... Pero es necesario.
EliminarGracias por comentar, Gustab.
Un beso
El relato es magnífico y el giro cuando cambias de color (me alegro de que no hayas escogido colores significativos, sino más bien neutros; hubiera sido recargante)es demoledor.
ResponderEliminarPero no creo que se traten de mentiras lo que dice él (ni por asomo creo que sean dos mujeres, más creo que podrían ser dos hombres,pero tampoco.(lo he tenido que volver a leer). Creo que simplemente tiene una personalidad patológica, agresiva, dominante, aisladora...y la misma mierda de siempre. Cuando decía lo que decía al principio, lo decía de verdad, no tenía planeado hacer lo contrario,( aunque es verdad que cada uno tiene historia y se conoce a si mismo).
He ido a comentarte lo de Nietche.
Besoss Dafne
¡Hola de nuevo, Gabi!
EliminarMe alegro de que te gustasen los colores.
También me llama la atención cómo váis (re)leyendo el relato y os imagináis la escena. Hombres, mujeres... ¿Al final son personas, no? Muy buen resumen el de: "la misma mierda de siempre". Ojalá acabe esta mierda.
Gracias por los comentarios :3
Otro besazo
Qué relato más duro y qué mal cuerpo deja…hay promesas que era mejor no escuchar.
ResponderEliminarBesos
Sí, hay promesas que son mejor no escuchar...
EliminarBesos, Max
Esa mentira que enarbolamos con esperanza. "Ya cambiará. Una mentira contra uno mismo.
ResponderEliminarEs una historia tan real que podría ser una más, pero jamás debería ser así.
Las promesas siempre son deudas y va envenenadas, muchísimas de ellas, con mentiras.
Mil gracias por tu aporte, por sumarte una vez más a esto de los jueves y por dejarnos está cruel historia donde la inocencia y la felicidad tienen un precio demasiado alto.
Un beso enorme.
Es una pena que la felicidad tenga un precio tan alto...
Eliminar¡Gracias a ti por anfitrionar este jueves, Mag! Ha sido genial, como siempre ;)
A ver si ahora me da tiempo a este...
Un besazo enorme, preciosa
Muy bueno Dafne, por desgracia es la realidad de muchas personas, verse en las garras de gente enmascarada tras la mentira.
ResponderEliminarUn beso😘
Ojalá esta historia fuera mentira, sí...
EliminarGracias por comentar, Dakota, y bienvenida 💜
Un besazo
Impactante, demasiado frecuente está en nuestra sociedad. Es un gran relato, la mentira, el engaño esas son las trampas...
ResponderEliminarUn beso.
Ojalá dejase de ser tan frecuente, pero para aún falto mucho que pelear.
EliminarUn beso, Franconetti
Recuerdos y estremecimiento ... No digo más
ResponderEliminarAbrazo
Creo que todo queda dicho, Mujer de Negro *.*
EliminarUn abrazo
Magnifica historia, Sine Die. Brutal pero, por desgracia más frecuente de lo que debería. Las dulces mentiras del maltratador saben envolver a su victima. La verdad suele llegar al final y esa es la que nunca se creyó.
ResponderEliminarUn beso
¡Gracias por tus palabras, Bluechance7!
EliminarQuizás deberíamos creer más en los actos y no en las palabras.
Un besazo
No sabes lo que me hizo llorar tu relato, es lo que en verdad sufren muchas mujeres y el calvario que tienen que aguantar por que ese ser amado solo es un asesino, y muchas de esas mujeres tratan de salir pero su amor es tan grande que no pueden hacerlo.
ResponderEliminarUn besito linda desde Plegarias en la Noche.
Ay, Tiffany, siento mucho si te hizo llorar *.*
EliminarAun así, por otra parte me alegro de que os haya gustado y llegado al alma.
Un besazo
Un relato a modo de diario íntimo donde el cambio de página cambio de color) lo ha tornado todo negro.
ResponderEliminarMe gusta la apreciación que hizo el Demiurgo, pensé algo parecido acerca del género de los personajes. Me gusta así, que eso no tenga mayor importancia entre dos personas que se aman/odian
Besos
¡Hola, Frodo!
EliminarGenial que hayas coincidido con el comentario de Demi ;) En un mundo en el que mayoritariamente la cultura se basa en el binarismo hombre/mujer y la heteronormatividad, hay que ser conscientes de que existe una violencia sistemática hombres --> mujeres (machismo) y hay que luchar contra ello. Sin embargo, creo que no debemos olvidarnos de que el maltrato en una relación le puede ocurrir a cualquier persona.
Un besazo y gracias por comentnar