ENSOÑACIONES
Echó a correr entre los árboles, alejándose de la cabaña. La camisa se le pegaba al torso y la tela de los pantalones tiraba de sus músculos en direcciones opuestas. Intentó acompasar la respiración para que no se le entrecortase y contó mentalmente al mismo tiempo que él estaría contando. Uno, dos, tres, cuatro... Cuando llegase a cien, él saldría a buscarla.Sonrió. ¿Dónde debía esconderse esta vez? ¿Con las hadas de la miel? ¿Con los fuegos fatuos? ¿Con los pixies? Sus pies descalzos se movían sobre la tierra húmeda como si volasen. El olor de la exhuberante vegetación inundó sus pulmones. Adoraba vivir en aquel bosque, en aquella cabaña que habían construido con sus propias manos. «Nuestro hogar.»Continuó contando: cincuenta y cinco, cincuenta y seis, cincuenta y siete...Llegó al lago de los kelpies. Como no había ni rastro de las criaturas, se desnudó y se lanzó al agua; noventa y ocho, noventa y nueve, cien.Se alejó de la orilla en largas brazadas y esperó a que él apareciera en cualquier momento. Al cabo de los minutos escuchó:
—¡Esta vez has ido más lejos que la última vez!El corazón le dio un vuelco cuando el hombre rubio de ojos acerados se acercó a la orilla y chasqueó la lengua.—Quería tantear los límites de tu habilidad —replicó, chapoteando en el agua.
—¿Ah, sí? —Él también se desnudó y se introdujo en el lago. Nadó hasta ella y la abrazó, haciendo que rodease su cintura con las piernas—. Y qué te parece si tanteamos otros límites...Sus labios chocaron y sus lenguas saborearon la mezcla de agua dulce con el sudor salado. Ella se afianzó a su cuello y apretó sus pechos contra sus pectorales. Entre sus piernas notó...
—Perdona, ¿estás bien? Te ves un poco acalorada.Desperté de golpe de mi ensoñación. Una de las monitoras del gimnasio me miraba con preocupación.—Sí, sí —intententé tranquilizarle mientras bajaba la velocidad de la cinta de correr. Estaba sudando a mares y mis músculos se quejaban por el esfuerzo—. Es que me tomo el cardio muy en serio...—Tan en serio que parecías al borde del colapso. —Enarcó una ceja—. Parecías muy concentrada. ¿En qué estabas pensando?«En cómo los personajes de mi novela se enrollaban en el lago de los kelpies.»—Ehms... En nada, realmente.—Bueno, será mejor que andes un rato para bajar las pulsaciones.—Vale, gracias.No tardé mucho en estirar y en marcharme del gimnasio; tenía una escena por escribir.
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ensoñaciones
Apuesto a que la monitora se puso a correr en la cinta que tu dejaste. A ver si aun pillaba algo de la ensoñacion. Deberiamos saber la cara que reflejaba tan alto ritmo de pulsaciones, porque la monitora segguro wue vio algo.
ResponderEliminarBesosd dafne
Oh, estaría bien para una historia de fantasía/ciencia ficción... Cintas de correr y pensamientos compartidos *.*
EliminarSí, seguro que la monitora vio algo jajaja
Besos, Gabi
Muy bien ese entrenamiento, la concentración te llevo a visualizar una escena de lo más erótica, que nos has dejado con la miel en los labios ajjajaj.
ResponderEliminarUn besazo y muy felices Pascuas.
Hay que entrenar bien, con la motivación adecuada ;P
EliminarOtro beso enorme, Campirela, y Feliz Semana Santa
Mejor no superar los límites, vaya entrenamiento más intenso.
ResponderEliminarUn abrazo
¡A saber cómo habría acabado la protagonista si no la hubieran interrumpido! jajaja
EliminarUn abrazo, Albada y feliz semana
Entiendo esas ensoñaciones, en que se visualiza una situación para los personajes.
ResponderEliminarY parece que la narradora se identificó con uno de los personajes, por la emoción que le aceleró el pulso. Y con tanto detalle, que imaginó el diálogo.
Muy bien planteado. Besos.
La carrera, el lago, el diálogo... ¡Imaginación al poder!
EliminarAhora la cuestión es si consiguió plasmar con tanto detalle lo que había imaginado en papel ;)
Mil gracias, Demi.
Un besazo
Mañana me apunto al gimnasio... ya te contaré. aunque me siento incapaz de escribir como tu. Abrazucos
ResponderEliminarOh, sí, cuéntame ;)
EliminarY no creo que tengas que escribir como yo, sino como tú.
Un abrazo, Ester
Tenía una escena que escribir o tal vez tenía un encuentro que concretar ;) Como siempre una muy buena historia y muy bien contada, amena de leer y de disfrutar. Me gusta lo de tantear otros límites, creo que lo estás haciendo.
ResponderEliminarDulces besos de manzana Señorita.
Podría ser lo del encuentro, bien pensado ;)
EliminarMe alegro de que haya resultado amena y (espero) divertida.
Siempre hay que tantear límites.
Dulces besos de canela, Caballero, y dulce final de semana
¡Desde luego, siempre hay alguien que joroba la situación de manera tan inoportuna! Pero, por otro, lado tanta ensoñación podría haberla puesto en evidencia. Estuvo bien el cien :-) ¡Qué peligro tiene la cinta de correr! Has creado esa secuencia perfectamente: cada paso, las pulsaciones, el ritmo..., el sudor...
ResponderEliminarLos límites están para ser superados... A la próxima menos velocidad a la cinta :-)
Muchísimas gracias por sumarte a la convocatoria de esta semana y permitirnos soñar contigo.
Un beso muy grande.
Ensoñación y realidad se mezclaban un poco ;) Y sí, la próxima vez menos velocidad, no vaya a ser que tenga un accidente la protagonista.
EliminarGracias a ti por la convocatoria, Mag. ¡A soñar!
Un besazo enorme y feliz semana
A mí me has dejado con ganas de una segunda parte.
ResponderEliminarEscribes tan bonito y con tantos detalles. Que te admiro.
Yo que soy de poemas de relatos...poco la verdad.
Muy trabajado preciosa
Besitos y feliz finde
(Lo de que os quedéis con ganas de segundas partes es una trampa mortal para mí *.*)
EliminarAwww, mil gracias por tus palabras, Cora. ¡Y tus poemas son magníficos!
Un besazo enorme y feliz fin de semana
Me parecía estar leyendo una novela. Me ha encantado tu ensoñación, tu relato es magnífico, Dafne. Te felicito, tiene gancho.
ResponderEliminarMil besitos que te abracen y feliz noche ♥
Me alegro de que te pareciera así, Auro :3
EliminarGracias por tus palabras.
Un besazo enorme y feliz jueves
Necesito saber cómo sigue la historia ;-)
ResponderEliminarBesos.
Te respondo lo mismo que a Cora: que os quedéis con ganas de segundas partes es una trampa mortal para mí *.*
EliminarAl mismo tiempo, ¡me alegro!
Un besazo
Cuidado con dejarse llevar mientras se esfuerza el cuerpo! Jaja. Un abrazo Dafne!
ResponderEliminarSí, cuidado porque la mente no tiene límites, pero el cuerpo sí *.*
EliminarGracias por comentar.
¡Un abrazo, Neo!
De Eso si que es matar 3 pájaros de un solo tiro: hacer gimnasia, escribir mentalmente un capítulo y pasársela pipa. Has logrado la ambientación y ritmo narrativo perfectos.
ResponderEliminarBesos y felices fiestas.
Me alegro de que haya gustado, Myriam :3
EliminarUn besazo y felices fiestas
Hay fantasías que difícilmente dejan de escurrirse hacia la realidad. Felicidades, muy grato relato que se lee exquisitamente.
ResponderEliminarSaludos!
¡Gracias, Jzkvl!
EliminarUn besazo juevero
jajaja, y es que la combustión de la energía creativa tiene eso, que si se acompaña con el ejercicio físico en exceso puede ser hasta peligrosa, no digamos si además hay sexo ... Muy bueno ;-))) menos mal que la narradora tiene una buena monitora y escritora detrás que la devuelven al espacio y tiempo del relato. Un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Dafne, que tengas unos lindos días.
Sí, menos mal que la monitora estaba al tanto de ella, porque igual explotaba la cinta de correr *.*
EliminarEncantadísima de que haya gustado la ensoñación.
Un abrazo igual de grande, Esther y feliz fin de la semana
Que genial un relato dentro de otro 🤩 muy bien argumentado preciosa, es difícil de lograrlo 🖤
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche
¡Gracias por comentar, Tiffany!
EliminarUn besazo
dices que era una monitora la que interrumpió tu ensoñación?, yo diría que era una envidiosa incapaz de generar más allá de premios olimpicos. Bueno, espero que en otro jueves puedas terminar la historia que empezaste. Nos lo debes . Un abrazo
ResponderEliminarMe estoy dando cuenta de que empiezo demasiadas historias con los Relatos Jueveros *.*
EliminarOh, pues quizás sí que podría correr la protagonista en las Olimpiadas con la motivación adecuada...
Un abrazo, Rodolfo
Una sonrisa se ha dibujado en mi rostro, cierto es que haciendo deporte tu mente viaja y vive toda clase de sensaciones.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Me alegra de haberte dibujado una sonrisa, Charly.
Eliminar¡El deporte es de lo mejor que hay!
Un besazo
Exacto muchos relatos ocurren primero como peliculas que solo ve el escritor.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Jose.
EliminarUn besazo
Momentos de relax dedicados a nosotros mismos son los ideales para esos sueños. Ha sido un placer leerte.
ResponderEliminarUn abrazo!!
¡Totalmente de acuerdo, Dakota!
EliminarEl placer es mío ;)
Un abrazo
Hola Dafne , un relato muy majo
ResponderEliminarMientras una corre en la cinta , ella iba viviendo las próxima
escena de sus personajes en un nuevo capituló de su novela.
Y es que a veces lo vivimos tanto que parece casi real , te deseo un feliz viernes.
besos de flor.
Hola, Flor
EliminarMe alegro de que te haya gustado. La protagonista se metió totalmente en la piel de su personaje corriendo en la cinta jajaja
Feliz domingo y un besazo
Las cosas se viven con tanta fuerza en los sueños co. O en la realidad y parece que fue inoportuno el despertar.
ResponderEliminarA veces los sueños y la realidad parecen mezclarse, sí...
EliminarUn besazo, Tracy
El escenario de un gimnasio, ¡ con tanto cuerpo, con tanta piel con piel!..
ResponderEliminarNo me extraña que a much@s nos de un subidón ...
Me ha gustado muchísimo, ese romper, la imagen idílica de un cuento romántico , con la realidad actual delos lugares de deporte...Lo tuyo ha sido un salto mortal literario; no me asombra esa prisa por querer plasmar la ensoñación en papel..
Un abrazo y feliz tarde.
Se dio prisa en la cinta de correr y también a la hora de ir a escribir la escena ;P
EliminarEncantadísima de que os haya gustado, Berta.
¡Ahora mismo voy a leeros!
Un abrazo