Relato juevero: un crimen, tres pistas

 

 

Flores

Esperé pacientemente tras la verja hasta que le vi salir de la mansión cargado con una bolsa de deporte. No me sorprendía que Bárbara se hubiera enamorado de él desde el primer instante, pero a mí no me engañaba: era tan guapo y su alma estaba tan podrida como la de Dorian Gray.

Arrancó su flamante Mustang y se alejó por el camino que conducía a la carretera. Con los puños apretados, abandoné mi escondrijo y me dirigí hacia la puerta lateral, rezando por no encontrarme a nadie del servicio durante mi incursión.

Tuve suerte. Las habitaciones estaban completamente vacías, limpias y ordenadas, transmitiendo una sensación de frialdad radicalmente distinta a cuando el niño rico celebraba sus famosas fiestas universitarias. ¡Maldigo el día que acudimos a una de ellas!

Subí las escaleras de dos en dos y llegué a un dormitorio tan grande como mi apartamento compartido. La King Size tenía un espejo justo encima de ella, y del armario asomaban Hermès, Chanel, Luis Vuitton, Fendi, Gucci... «Ojalá reducirlo todo a cenizas», pensé. Pero si lo hacía, desaparecería mi única oportunidad de encontrar a mi amiga.

Babi... Justo antes de desaparecer, Bárbara me había dicho que iba a cortar definitivamente con él. Que le iba a devolver las joyas, la ropa... ¡incluso las flores! «Me alegro de que hayas tomado esta decisión», le dije con una sonrisa. «Mereces que te quieran y te respeten. Mereces ser feliz.»

Cuando al día siguiente seguía sin contestar a mis mensajes, denuncié su desaparición y lo acusé directamente a él. Pero, por supuesto, nadie me creyó. Además, no ayudaba que en el historial de Bárbara aparecieran los términos: madre enferma, padre alcohólico, depresión, autolesiones e intento de suicidio. La policía determinó que no merecía la pena buscarla y cerraron el caso.

Busqué concienzudamente por toda la estancia. Entonces, algo me llamó la atención. Sobre una silla había un almohadón. ¿Por qué estaba apartado de los demás? Lo estudié entre las manos con el ceño fruncido y descubrí una marca de pintalabios morado impresa en la tela. Podría ser de cualquier chica, intenté no adelantar acontecimientos. Pero recordaba perfectamente cuándo Bárbara había comprado ese mismo tono y me había dicho la razón: para él era el color de las feminazis.

Miré de nuevo hacia la cama y un flash invadió mi mente: mi amiga estaba tumbada y él encima de ella, apretando la almohada contra su rostro hasta que dejó de luchar, hasta que sus ojos se clavaron en el espejo sin ver.

—No debería estar aquí, señorita.

La voz del mayordomo me sobresaltó. En vez de amedrentarme, me enfrenté a él.

—Babi estuvo aquí, ¿verdad?

La expresión del hombre lo decía todo.

—Si el Señor se entera de que ha estado aquí...

—¿Qué? ¿Me matará a mí también?

Quizás no hubiera tocado a mi amiga, pero tenía tanta culpa como su Señor de lo que le hubiera sucedido.

—Por favor, debe marcharse...

—¡No me iré hasta saber dónde está Babi! Él te ordenó ocultar el cuerpo, ¿verdad?

La verdad acuchillaba mi corazón.

Le golpeé con la almohada ante su mutismo.

—¡Malnacidos! ¡¿Dónde está Babi?!

—Le-le recomiendo que vaya a dar un paseo para tranquilizarse...

—¡¿Dónde está?! ¿En los jardines? ¿En el parque?

—El bosque está precioso en esta época del año...

No permití que me acompañase a la salida y abandoné la mansión como un vendaval, dirigiéndome hacia el bosque.

Paseé en círculos durante horas, desesperada. Cuando el sol caía a mi espalda, percibí un brillo en el suelo. Los ojos se me llenaron de lágrimas y los dedos comenzaron a temblarme al recoger el pendiente. En esa zona, la tierra había sido removida y habían florecido decenas de flores moradas.

 

 

 

 

 

Convocatoria

Más crímenes y pistas

 

 

Este Relato Juevero me ha quedado un poco largo, pero creo que la historia de Bárbara lo merecía. Desgraciadamente, es una historia muy parecida a la que viven... y por la que mueren, miles de mujeres de todo el mundo. Como ayer fue 8 de Marzo, os animo a unir nuestras voces y gritar:

 

NI UNA MENOS

 

PD: Aparentemente ya puedo comentar en todos los blogs :3 ¡Nos leemos!