Relato juevero: Regalos que no tienen precio

    ❤   REGALOS QUE NO TIENEN PRECIO   ❤    

 

 

Imagen de Internet

Al leer la convocatoria, estuve reflexionando sobre aquellas cosas que se pueden regalar con coste económicamente cero, ¡y me di cuenta de que era prácticamente imposible encontrarlas! Por ejemplo, algo tan sencillo como una postal con su sello y la tinta empleada para rellenarla cuesta aunque sea poco dinero. Y, ojo, una postal digital también, ya que tiene asociada el Internet, el ordenador, la luz...

Esto me llevó a pensar en lo que cuesta subsistir (cómo se nota que me independicé hace relativamente poco, eh). ¡Enumeremos! El alquiler o la hipoteca, las facturas asociadas a la vivienda, la comida y comprar los objetos de necesidades básicas.
Gracias a que existe la Seguridad Social y luchamos por tener educación y sanidad públicas y de calidad, se aligeran mucho las cargas. No es ironía, ¡adoro pagar mis impuestos! Y ojalá pagar más pues implica ganar más.

Luego están los gastos personales y los hobbies, que son lo que nos hacen vivir. Sumemos: la cuota del gimnasio, hacer algún deporte con su equipación, federación y cursos o competiciones asociadas, las cafeterías, los restaurantes, los viajes, los videojuegos, los libros, las series, las películas, los espectáculos... ¡Todo tiene su precio! Segundo ojo: y tiene sentido que lo tenga, porque detrás de todo ello están el trabajo y la vida de otras personas.

Está claro que el dinero es necesario para sostener nuestra sociedad y que las cosas que pagamos nos dan la felicidad. Pero también hay cosas que no se pueden comprar en una tienda bueno, hay quien dirá que todo tiene su precio... y son las que más atesoramos. 

Entonces, ¿cuáles son esos regalos que no tienen precio? 

Te regalaré días y noches,

viajes y momentos inolvidables.

Te regalaré sol y lluvia,

estrellas y lunas.

Te regalaré mi atención,

 mi interés y mi cariño.

 Te regalaré los oídos con palabras bonitas,

sonrisas y cómplices miradas.

Te regalaré prosa y poesía,

bailes y música. 

Te regalaré besos y abrazos,

caricias y orgasmos.

 Te regalaré mi cuerpo y mi corazón,

mi tiempo y mi vida. 

 

 

Convocatoria y otros regalos que no tienen precio