Poesía.
Técnicamente es un género literario considerado
como una manifestación de la belleza o
del sentimiento estético por medio de la palabra,
en verso o en prosa, y también es encuadrable como una modalidad
textual.
Mundanamente, es una forma de expresión.
Para unas personas supone una forma de vida y, para otras, no
supone absolutamente nada.
Algunos leen de vez en cuando poemas por encima, y puede que
en el momento en el que sus miradas se topen con uno que les llame la atención,
se paren a buscar esa llave que abre la cerradura que es la interpretación del
poema. O quizás doblen la esquina de la hoja para leerlo más adelante y
prosigan con ese rápido vistazo hasta que vuelva a ocurrir algo parecido y,
entonces, el ritual se repita de nuevo.
Unos la componen para enamorar.
Otros para hacer reír a los niños… o simplemente enseñarles
de una manera distinta las letras del abecedario.
Otros quizás lo hacen porque no encuentran otra manera de
plasmar sus sentimientos, porque su mente es un manojo de ideas que únicamente
se desenreda con el rasgueo de una pluma sobre el papel y versos.
Poesía… Poesía puede ser personas charlando mientras beben un
café durante el descanso del trabajo.
Es esa triste sensación que tienes cuando cruzas a través de
un parquecito en invierno y los columpios se mueven solos por la acción del
viento; cuando los árboles han perdido sus hojas, las cuales vuelan a tu
alrededor y crujen bajo tus botas si no has sido lo suficientemente rápido en
evitar pisarlas.
Es el murmullo de las estrellas.
El crujido de tu aliento en mi oreja y el rasgueo de tus
cabellos cuando los acaricio con mis dedos.
Es canciones. Palabras con música encerrada en una jaula de
letras.
Poesía son aullidos. Lamentos del lobo que es el hombre.
Quejas.
¡Puede que a veces hasta sean palabras sin sentido!
Una sonrisa puede ser poesía…
O una mirada.
Un aleteo de pestañas.
El latido de un corazón.
Un rostro hermoso…
O un rostro feo.
En otras palabras:
Para mí, todo puede ser poesía.
Universo Dibujo de cuando tenía 4 años |
Llegados
a este punto, supongo que os estaréis preguntando a qué viene esto. Espero que
a estas alturas ya hayáis empezado a acostumbraros a mis continuos —y algo
bruscos— cambios de tema en el blog, y esta vez he decidido comentar una
experiencia que he vivido hace poco, cuando dio lugar la primera reunión del
club de lectura de mi instituto.
Además
de ser la primera del curso, también fue la primera para mí, pues nunca antes
he formado parte de ningún club de este tipo, y he tenido la oportunidad de
conocer y asistir a la charla del joven autor Daniel García Arana sobre su libro de antología de Poesía Beat “Los
otros aullidos”.
En
cuanto supe que íbamos a leerlo, lo tomé prestado de la biblioteca y no perdí
más tiempo.
Al
principio la obra cuenta con los agradecimientos y una introducción sobre qué
es la Poesía Beat, cuáles son sus orígenes y se nombra a los autores de los que
se ha hecho la recopilación junto con otros, incluidos músicos como Bob Dylan,
John Lennon, Yoko Ono…
Parece
ser que el movimiento Beat surgió en América a finales de los años 40
con la crisis mundial, y se caracteriza por utilizar la poesía como un medio
para quejarse del propio sistema establecido. Algunos autores son Ginsberg,
Kerouac, Burroughs, Corso… cuyos nombres ya son historia, de modo que Daniel ha
conseguido devolverles la voz en nuestra época, haciendo un magnífico trabajo
con las traducciones, de modo que podemos disfrutar tanto del poema original en
inglés como en castellano.
Como
opertura de la velada, habló el escritor invitado Felix Teira. Después
hubo una presentación de diapositivas, el padre de Daniel expuso un genial
discurso sobre la obra que había tratado su hijo (en la cuál lo ayudó,
convirtiéndose no solo en “Un padre a pie de cuna” sino en “Un padre a pie de
página”) y finalmente habló Daniel, que al margen de ser un escritor con un
brillante futuro por delante, es una persona realmente agradable.
Terminada
la presentación, Daniel respondió algunas preguntas y después representó cuatro
poemas al estilo beat, tocando la guitarra junto con un amigo. No pude
evitar acordarme de Neil Young con su Heart of Gold, cuando tardaron cinco minutos en ajustar las cuerdas de una de las guitarras
y Daniel sacó una armónica.
Tras
las canciones, hubo una firma de libros, nos hicimos algunas fotos y estuvimos
hablando unos con otros mientras tomábamos una pequeña merienda.
Daniel, a la izquierda, y su amigo, a la derecha, mientras explicaban los poemas que iban a representar. |
Para
cerrar esta entrada, me despido de vosotros con un pequeño poema que cuando lo
leí me encantó:
THE BASIC CON
Those who can’t find anything
to live for,
Always invent something to die
for.
Then they want the rest of us
to
die for it, too.
-Lew Welch
La poesía está en todas partes, como bien expones, también en tu dibujo de tan pequeña y en la música de Neil Young. Seguro que fue interesante ese encuentro. Y eres muy capaz de escribir poesía si te lo propones.
ResponderEliminarDulces besos para tu corazón de oro, oro, oro...
La vida es poesía <3
EliminarSí, fue muy interesante el encuentro. Ais... Conforme han pasado los años, creo que me gusta cada vez más escribir poesía.
Dulces besos, Mi Vampiro de la Luna Violeta