METAMORFOSIS
La bañera estaba ardiendo cuando me metí. Me tumbé completamente aferrándome con los brazos a los laterales de porcelana, hasta que el agua me llegó a las orejas, y las sales disueltas comenzaron a desteñir mi pelo poco a poco. También sumergí las manos; cuando por fin se reblandecieron, me quité las uñas postizas una a una. En la cajita correspondiente guardé las lentillas que cambiaban el color mis irises de marrón a verde. Después, alcancé un cigarrillo, lo encendí -el resplandor se reflejó en forma de ondas doradas- y me lo llevé a la boca mientras acomodaba la nuca en el borde.
Pensé en cuando era tan pequeña -una larva- que no entendía lo que ocurría en el barrio en el que me estaba criando.
Pensé en el día que lo entendí, y en vez de huir o tratar de cambiarlo, acepté las drogas y el sexo a cambio de dinero.
Pensé en las heridas, en las cicatrices que se habían curado, en las que aún amenazaban con volver a abrirse.
Pensé, pensé, pensé...
El cigarro se consumió. Mis ojos volvían a ser marrones, mis uñas las mismas uñas moridas de siempre, mi pelo cobrizo. El agua tibia.
Por fin tomé la decisión: ya iba siendo hora de que emergiera la mariposa que llevaba tanto tiempo esperando dentro de mí.
Más metamorfosis
Somos como mariposas porque también sufrimos metamorfosis, no solo físicamente, también y más, interiormente. Lo ha reflejado muy bien en tu relato, además con el simbolismo purificador del agua.
ResponderEliminarDulces besos siempre Dafne y dulce fin de semana para ti.
Sí, somos como mariposas, y nuestro aleteo en una parte del mundo puede provocar un huracán en la otra.
EliminarQue empieces genial la semana, Dulce Caballero
Cuando la vida, o las drogas, nos han llevado a ser larvas, seres reptantes, no hay como decidir ser una mariposa y echar a volar con otra vida
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana
Totalmente de acuerdo, Alabada; siempre habrá una oportunidad de liberarse.
EliminarUn abrazo y feliz lunes :3
Qué bonita metamorfosis has escrito en tu relato... desde la bañera... con el agua hasta las orejas... mientras tu mente se sumergía en pensamientos... y tu cuerpo en el agua... toda una metamorfosis hasta alcanzar el vuelo de la mariposa.
ResponderEliminarMe parece precioso tu relato, la verdad es que me ha encantado, mi preciosa Dafne, un placer leerte y sumergirme entre tus letras.
Besos enormes con todo cariño y gracias por tus comentarios, al final te pusiste al día.
Muchas gracias a ti por tus palabras, María.
EliminarEncantada de que me leas y también de leerte e intentar ponerme al día ;)
Un beso muy grande
Que lindo amiga ..has hecho una gran metamorfosis de cualquiera pues no en vano , seguro que hay muchas así , como tu lo has descrito ,,.me encanto .
ResponderEliminarMil besotes y un abrazote grande muakk..
Y ojalá esas personas tengan la oportunidad de convertirse en mariposas.
EliminarMuchísimos besos también para ti, Campirela
Un gran relato sobre la metamorfosis, enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, Mari Carmen.
EliminarUn abrazo
Metaformosis es crecimiento y esta mariposa está para volar,
ResponderEliminarvolar, volar en un universo infinito de posibilidades.
Besos, Dafne
Me gustó eso de las infinitas posibilidades; no deberíamos cerrarnos a nada.
EliminarGracias por tu comentario.
Un besazo, Myriam
Estupenda entrada Dafne, muy reflexiva y profunda. Me alegra que tu protagonista al fín tomara esa decisión. Un abrazo
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Neo! Y yo me alegro de que os gustase.
EliminarUn abrazo muy grande
Estupendo relato, Sidne.
ResponderEliminar¡Qué metamorfosis produce en los seres humanos el vicio!
Tu protagonista como en la famosa Metamorfosis de Franz Kafka, quedó atrapada en esa larva, menos mal que decidió salir antes que sea demasiado tarde.
Un abrazo muy grande.
Ay, y que aún no me he leído la Metamorfosis de Kafka, ¿te lo puedes creer?
EliminarMe alegro de que te gustase, Yessy ;P
Un besazo y un abrazo
Encontró en esa bañera una forma de revertir esas metamorfosis. O tal vez de entrar en una nueva metamorfosis, recuperando su apariencia anterior, pero con una nueva actitud.
ResponderEliminarBien contado.
Besos.
Muchas gracias, Demi. Sin duda las bañeras tienen ese efecto purificador.
EliminarUn besazo
Una buena metamorfosis; esta vez para bien. Esperemos que esta nueva mariposa vuele lejos de ese barrio.
ResponderEliminarUn buen relato, muchas gracias por aportarlo!
Besos y feliz verano.
Gracias a ti por anfitrinar, Alberto.
EliminarAhora me pasaré a comentar al resto de participantes ^.^
Un beso y feliz verano
Muchas gracias por tus palabras, Evan. Efectivamente, todas nos encontramos en constante metamorfosis.
ResponderEliminarAhora me pasaré a leeros ;)
Un besazo
Me gusta una metamorfosis para hallar un futuro mejor. Hermoso relato.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Ojalá todas las metamorfosis fueran así, para mejor ;)
EliminarUn abrazo muy grande, Roxy :3
No hay metamorfosis mas hermosa que la de la mariposa
ResponderEliminarAunque hay una mas increible aun. El niño o niña que fuimos, que jugaba sin preocupaciones hoy no es tal, y ssta lleno de responsabilidades , se olvido de jugar, cada tanto rie. Como fue que paso ese terrible cambio?
Abrazo
Esperemos entonces revivir a ese niño/niña de nuestro interior y seguir jugando, riendo... y disfrutando todo lo posible de las responsabilidades ;)
EliminarGracias por tu comentario, Frodo
Un besazo