PASILLO
Me detuve al principio del pasillo, con los puños metálicos en guardia y la mirada ardiendo. Al otro lado de aquella puerta se encontraba todo lo que odiaba; los mentirosos, los que pisoteaban al resto para llegar a lo más alto, los que empobrecían los barrios, los que los explotaban, los que los hundían en las drogas, los que no tenían ni una pizca de humanidad. Sólo nos separaba un pasillo y decenas de guardias armados hasta los dientes.
Escupí a un lado. Los guardias comenzaron a moverse hacia mí... Lancé un grito de guerra y me abalancé sobre ellos.
Giraba, esquivaba y golpeaba tan rápido como un relámpago; a ellos sólo les daba tiempo a sentir el trueno. Mis ganchos reventaban sus armaduras y les sacudían los huesos. Sus cuerpos chocaban unos con otros como muñecos, impactaban contra las paredes y finalmente quedaban tendidos en el suelo. Yo avanzaba, imparable como una bala.
Me dejé llevar por el frenesí de la lucha. La sangre hirviendo en mis venas, la saliva sabiendo agridulce en mi boca, el corazón sintiéndose vivo en mi pecho.
Cuando llegué al final del pasillo bajé momentáneamente los puños, jadeando con fuerza. Me sequé el sudor de la frente y esperé a que mi pulso se ralentizara. Cogí aire... y reventé la puerta.
Más pasillos
Que épico lo que contás. Como venció a sus enemigos, a fuerza de golpes.
ResponderEliminarBesos.
Me alegro de que haya quedado épico ;)
EliminarUn besazo, Demi
Es como haber asistido a una lucha ensangrentada de uno contra el mundo y logro vencer por ese pasillo derrotar al enemigo, y el colofón romper la puerta de una gran patada jaja. Un besazo preciosa.
ResponderEliminarTenía la inspiración de mi parte después de haber visto Arcane (si la ves, entenderás a qué me refiero).
Eliminar¡Gracias por comentar, Campirela! Que tengas un maravilloso jueves.
Un besazo 💜
Dios..... cuánta sangre habra quedado colgando de esos pasillos.
ResponderEliminar¡Pobre quien tenga que limpiarla, la verdad!
EliminarUn besazo, Gustab
Puños metalicos, eso nos transporta a otro nivel y todo en el pasillo, cuando revientes la puerta no quiero ni pensarlo. Abrazuco
ResponderEliminarTodo en el pasillo... Y la puerta reventada es la guinda del pastel.
EliminarGracias por comentar.
Un abrazo, Ester
A pesar de que tu relato sugiere una escena intensa y rápida, me la he imagino en cámara lenta, como esas películas donde se ve cada detalle y lo que va quedando tras el paso de quien avanza con esa fuerza. La música encaja muy bien en lo que relatas.
ResponderEliminarDulces besos de manzana Dafne.
La música precisamente pertenece a la BSO de Arcane, una serie que ha sido estrenada hace poco en Netflix (adaptación del videojuego League of Legends, también conocido como LOL) y es BRUTAL. Me inspiró mucho para escribir la escena ;)
EliminarYo también me la imaginé a cámara lenta y luego a cámara rápida.
Dulces besos de manzana, Caballero
Me da la sensación de que se trata de una catarsis ante la impotencia de no poder luchar contra tanta basura, dolor, injusticia y poder corrupto que se acumula en la sociedad. Y la música perfecta para seguirte en la lucha. Hay que escucharla mientras se lee y uf.
ResponderEliminarEs contagioso...
Un abrazo
Oh, sí, es realmente catártico *.*
EliminarMe alegra mucho que os animéis a escuchar la música mientras leéis el relato; yo me la puse en bucle para escribirlo.
Gracias por comentar, Luz
Un abrazo
El relato es muy bueno, pero ¿se puede una empoderar contra la violencia con la violencia? Probablemente, como es virtual, sí;-)))
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué buena pregunta, Esther...
EliminarEn la vida real mi respuesta es no, la violencia siempre tiene que ser la ultimísima solución. Además, creo firmemente que la violencia genera más violencia.
¿En ficción? La verdad es que queda super guay liarse a puñetazos contra "los malos" ;P
Un abrazo
Está muy bien. Un pasillo cuyo final, tras tantos avatares, debe ser un amaravilla.
ResponderEliminarUn abrazo
Hm, no entiendo a qué te refieres con lo de los avatares, Albada.
EliminarMi pasillo creo que se queda un poco desastre con tanto cuerpo, armadura rota y sangre jajaja
Un abrazo
Tu relato tiene mucha fuerza, la épica del héroe que se enfrenta a las injusticias, me gusta.
ResponderEliminarTe he conocido a través de la convocatoria, en la que yo también participo.
Me quedo a leerte, seguirte y comentar. Espero que te guste mi rincón.
Un abrazo.
¡Hola, Noelia!
EliminarPrimero: BIENVENIDA 💜
Me alegro de que te haya gustado el relato y el blog. Ahora me pasaré a leeros y comentar ;)
Un abrazo
Trepidante relato. No deja espacio para respirar, uno tras otro tambaleándose y en el suelo. Es como una película de Kung Fu, donde el vengador acaba con los malos.
ResponderEliminarUn buen relato con mucha fuerza.
Un abrazo.
Me alegro de haber conseguido ese efecto de no-respirar, José Luis. Adoro las películas de artes marciales y acción.
EliminarGracias por tus palabras.
Un abrazo
Tu relato me gusta por la intensidad que pones en tus letras, defendiendo las injusticias que nos acechan y muchas veces consiguen convertirnos en seres malvados.
ResponderEliminarEn la vida real yo me hubiera convertido en una de tus seguidoras en esa lucha.
Un abrazo.
Sí, desgraciadamente la maldad en el mundo nos afecta de diversas formas, empujándonos también al abismo.
EliminarEncantadísima de contar contigo en una lucha, Berta ;P
Un besazo
Estupendo. Las ansias de venganza lograron derribar todas las contenciones. Un abrazo, Dafne. Participarás con tu foto de la tarjeta navideña? Espero hasta el 30
ResponderEliminarSin duda la protagonista no se contuvo ;)
EliminarOh, muchas gracias por invitarme a lo de la tarjeta navideña, Neo, pero no suelo utilizar fotos mías en Internet.
Un besazo
Parece que el protagonista estaba preparado para ello, fuera lo que fuera, eso sí, al otro lado de la puerta debe haber algo realmente temible, importante o necesario para ser protegido de semejante manera. Entiendo :-9 que es un fuera de serie y que los otros no son tan enclenques... A ver si solo eran armaduras vacías... y aquí todos imaginando una contienda mortal :-9
ResponderEliminarMe ha gustado porque has plasmado muy bien las emociones del susodicho.
Un beso muy grande.
Susodicho... o susodicha ;) Pero sí, fuera de serie es y (al menos tal y como me la imaginaba) la contienda es épica.
EliminarMe alegro de que te gustase, Mag.
Un besazo
Un largo y angosto camino como el diseño de los párrafos del texto. Nada más abrirlo, antes de leer ya me ha encantado, por la idea. No sé cómo se llama esta figura, pero tiene un nombre
ResponderEliminarBesoss dafne
Pues si se te ocurre el nombre ya me lo dirás, que me has dejado intrigada, Gabi *.*
EliminarEncantada de que os esté gustando.
Un besazo juevero
el pasillo es el camino, la luz está a su final, nada se interpone ante la fuerza de tu verdad. Un abrazo
ResponderEliminarNada se interpone, no...
EliminarGracias por comentar.
Un abrazo, Rodolfo
Hasta yo me he sentido imparable leyéndote.
ResponderEliminarBesos.
¡Me alegro, Dev! Esa era la intención ;)
EliminarUn besazo
Esa intensidad y rapidez inevitablemente me recuerda a los juegos de Play.
ResponderEliminarEres una guerrera de videojuegos
Un placer leerte
Beso
Me encantan los videojuegos, Charly, aunque últimamente juego más con PC ;)
EliminarEl placer es mutuo.
Un besazo
Jolines ojala hubiera muchas como tu...me he visto observando una lucha encarnizada donde la bondad podría vencer a la maldad a fuerza de golpes. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarBueno, como le decía a Esther en la vida real prefiero dejar la violencia como la ultimísima solución. Pero es cierto que queda super guay liarse a puñetazos contra "los malos" ;P
EliminarGracias por la convocatoria, Molí
Un besazo
¡Qué fuerza! y termina con la puerta en la que acaba el pasillo.
ResponderEliminarEste relato puede tener varias lecturas y a mí se me ocurre la más positiva: la fuerza interior que todos tenemos para vencer las dificultades de la vida.
Me gusta mucho tu lectura, Tracy. Hay que sacar esta fuerza interior ;)
EliminarUn besazo
Me encanta Dafne, me transmite la lucha personal contra lo que detestamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al final cada una nos liaríamos a puñetazos con nuestros problemas, ¿no?
EliminarUn abrazo, Dakota