PALETA DE EMOCIONES
Apatía tenía un don muy especial: podía ver las emociones de las personas como colores brillantes a su alrededor. Por ejemplo, su amiga Eudaimonia brillaba con un color amarillo tan intenso como el sol. Sin embargo, Apatía también tenía una maldición: cuando se miraba al espejo no percibía ningún color.
Durante décadas, Apatía creyó que era incapaz de sentir emociones y, para compensarlo, intentó estudiarlo todo sobre ellas. Aprendió que las emociones son una reacción del cuerpo frente a diversos estímulos, y que a largo plazo pueden resultar en sentimientos. Viajó por todo el mundo para crear una paleta de emociones: Cerúleo significaba tristeza, Iris azul fidelidad, Viva magenta representaba rabia, mientras que Rojo verdadero amor, Mandarina tango recordaba al sabor de una naranja, Ultravioleta derrochaba sensualidad y Negro te asfixiaba con el duelo.
Un día, Apatía conoció a Empatía, cuya aura era iridiscente. Empatía le enseñó que si tocaba a una persona mientras se concentraba en su aura, podría sentir lo mismo.
Al principio, a Apatía le costaba horrores identificar las emociones sin echar mano a la paleta, y más adelante tuvo problemas para regularlas; la admiración desmedida se tornaba en terror, luego en odio que viraba a furia, y finalmente en éxtasis abrumador.
Poco a poco Apatía fue controlando su habilidad, y encontró el término medio.
Así, Apatía se convirtió en Apatheia.
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Excelente relato, el que no dejas hoy, mi querida Dafne, qué bonita gama de colores con su significado y emociones.
ResponderEliminarBrillante, eso es lo que nos has dejado.
Un besote.
Me alegro de que te haya gustado el relato, Campirela :3
EliminarUn besazo iridiscente
Me encanto tu relato por todo el significado que contiene. Mis felicitaciones Señorita.
ResponderEliminarDulces besos violetas.
Mil gracias, Dulce.
EliminarDulces besos violetas
Imaginativo y encantador. Un texto lleno de color y que resume muy bien ese "y si..."me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz jueves
Me alegro de haber cumplido bien con la propuesta y que te gustase.
EliminarUn abrazo, Albada
Lo intentó y empezó a conseguirlo, un buen relato para animarnos a dar un paso más, has jugado muy bien los papeles con imaginación y defendiendo los valores. Me voy al calendario, abrazos
ResponderEliminarEs muy satisfactorio intentar y conseguir ;)
EliminarGracias por leer y comentar, Ester
Un abrazo
Apatheia debe estar contenta por el recorrido, aprendiendo, y con dificultad y todo hizo confió en su esfuerzo. Lindo relato compañerita :)
ResponderEliminarUn abrazote,
Ahora Apatheia es más libre ;)
EliminarGracias, Cecy
Un abrazo
Así que la paleta de emociones/colores, se la debemos a la amiga Apatía! Buenas enseñanzas para ella y también para nosotros! Que conserve a Empatía de amiga por muchos años, seguro que será una gran amiga! Un abrazote!
ResponderEliminarSí, esperemos que mantenga a Empatía como amiga muchos años ;)
EliminarUn abrazo, Marifelita
Hola Dafne, apatía, empatía... Toda una lección de emociones que nos muestra esa paleta de coloridas emociones donde apatía logra su término medio. Qué manera tan bonita de narrarlo. Te aplaudo. Me ha encantado de principio a fin. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Nuria <3 Sobre todo teniendo en cuenta lo complementarios (como los colores mismos) que han sido nuestros relatos.
EliminarUn abrazo
Qué bonito relato! Lo he leído con una sensación de delicadeza muy curiosa... Qué bonito que Apatía conociera a Empatía, qué bonitos los colores que has descrito, era muy fácil verlos... Y, qué bonito el crecimiento personal de tu protagonista. Precioso! Un abrazo
ResponderEliminar¡Gracias por leer y comentar, Sckyw_721!
EliminarUn abrazo
Un viaje apasionante por el camino del aprendizaje del mundo de las emociones. No es tan complicado si se predispone uno a sentir desde el punto de vista del otro. Me alegra la evolución de tu protagonista. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es, Neo. Lo primero que hace falta es la predisposición a sentir lo mismo que otra persona.
EliminarUn abrazo
Es de admirar esfuerzo que has reflejado para que Apatia pueda demostrar que es capaz de cambiar su huraña percepción de las emociones. Viaja por el mundo para clasificarlas, a su manera la pobre, del único modo que le permite su maldición. Apatía buscaba los sentimientos, algo que me parece hermoso y muy bien retratado en tu relato. Excelente.
ResponderEliminarYo participo con:
https://marcosplanet.blog/el-observador-de-mundos/
Saludos cordiales.
Muchas gracias por tus palabras, Marcos. Creo que al final esa es la clave: desarrollar todo lo posible nuestras emociones cambiantes y pasajeras para transformarlas en sentimientos.
EliminarAhora me paso a leer y comentar.
Un saludo juevero
Realmente es un relato muy bonito, que Apatía recorriera ese largo camino de colores hasta lograr ser Apatheia muestra la fuerza de voluntad hasta lograr un objetivo.
ResponderEliminarMe gustó mucho leerlo, es muy bonito, un abrazo.
PATRICIA F.
Me alegro de que te haya gustado, Patricia.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un besazo
Me gusta ese simbolismo en el nombre.
ResponderEliminarY algo que aparece en tu relato, que puede ser más fácil conocer a los demás, que a la propia persona. Aun con el don de la protagonista.
Si Dolores, Soledad y Angustia son nombres, también lo puede ser Apatheia.
Besos.
Mira que hay nombres extraños, eh *-* Pero Apatheia suena bonito.
EliminarDe acuerdo con que a veces es más fácil conocer a los demás que a una misma.
Un besazo, Demi
Me ha encantado, Dafne. Quién si no Apatía para aprender el color de cada emoción. Saber que es una tristeza cerulea, una rabia magenta , una felicidad azul, un dolor negro...
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Gracias por tus palabras, Ardilla.
EliminarUn abrazo
Un relato simbólico,, más allá de los colores que solo adornan el viaje iniciatico( en este caso de vuelta al origen) de Apatía (claramente negativa) hacia Apatheia ( que era su origen y gramatical). Un tránsito en forma de viaje infucido por Empatia, no para convertirla a su imagen y semejanza, sino a un pu to intermedio.
ResponderEliminarla imagen de empata enseñándole a sentir alavés del contacto me parece fantástica.
Felicidades Dafne por tan precioso texto
besosss
Así es, Gabi, creo que has pillado mis referencias a los estoicos y su filosofía: apatheia, eudaimonia, ataraxia...
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un besazo
hay ciegos a los colores como lo hay a las sensaciones de los demás , este mundo es un batiburrillo de luces y colores y has sabido dibujarlo perfectamente Un abrazo
ResponderEliminarUn batiburrillo de color, me gusta.
EliminarUn abrazo, Rodolfo
Un precioso relato lleno de colorido a través del cual se da un camino iniciático que la lleva a encontrarse con su verdadero poder.
ResponderEliminarBesos
Me alegro de que te haya gustado, Tracy.
EliminarUn besazo
Interesante relato y todo lo que cuentas de los colores. Buen relato Dafne. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
¡Gracias por leer y comentar, Lady_P!
EliminarUn abrazo
Hola Dafne, este relato se merece una continuación, ¿qué pasa ahora cuando Apatía cambia su nombre? Quiero más, jeje. Buen relato que va creciendo en intensidad.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
La respuesta a tu pregunta está en el propio nombre, Merche. Al convertirse en Apatheia, ha perdido la connotación negativa que tenía su primer nombre (y que es la que nosotras empleamos hoy en día), y ha regresado al origen de la palabra: en el estoicismo, es el estado mental que una persona alcanza cuando está libre de alteraciones emocionales. Ahora no es indiferente, sino ecuánime.
EliminarUn abrazo
Hola, Dafne.
ResponderEliminarHas trazado una ruta preciosa en un viaje sobre las emociones. Las has tintado de colores y nombres preciosos. Parece un cuento, aunque la pobre Apatía cuando se convierte en Apatheia, no solo cambia de nombre sino de estado emocional. Se vuelve más ecuánime. Da para otra historia, pero esta tiene magia, te lo aseguro. Es como un cuento de Navidad.
Muchas gracias por acompañarnos en esta aventura juevera una vez más y te pido disculpas por la tardanza en la lectura.
Espero y deseo que pases unos días estupendos, llenos de serenidad y sonrisa.
Feliz Navidad.
Un beso enorme.
Hola, Mag
EliminarNo te preocupes, ¡aquí no se llega ni pronto ni tarde! Y estoy encantadísima de haber participado en tu convocatoria y de leer tu comentario. Así es, Apatia se vuelve más ecuánime al convertirse en Apatheia ;) Sabía que ibas a pillar mis referencias.
Gracias a ti por anfitrionar <3
Que tengas una semana maravillosa. ¡A mí me queda una semana para las vacaciones! Eso si, toca abrigarse mucho, que por fin ha llegado el frío.
Feliz Navidad
Un besazo