El pasado miércoles 16 de julio
(según su página oficial de Facebook) falleció en Zúrich a los 70 años el
guitarrista estadounidense
Johnny Winter .
En cuanto me enteré, supe que debía hacerle un homenaje.
He tardado un día en pensar y
redactar el siguiente texto, y también en hacerle su dibujo correspondiente, pero
aún así, un día no es nada comparado con los años que nos ha regalado este gran
artista para disfrutar de su música. Porque, aunque no lo parezca, la música
también está relacionada con los relatos y los dibujos, pues ¿acaso no
escuchamos música mientras escribimos, mientras pintamos o mientras leemos? La
música también cuenta historias…
Justamente, el otro día leí que
la vida real tiene principio pero no final. Y esta, es una historia de la vida
real:
John Dawson Winter nació en Leland, Mississippi, el 23 de febrero
de 1944, pero creció en Beaumont, cerca de Austin. Se podría decir que tenía
una familia musical: su padre tocaba el saxofón y el banjo y había cantado
mucho en coros de la iglesia, y su madre solía tocar el piano en las fiestas
familiares. De niño empezó a tocar el clarinete, pero por casualidad encontró
un ukelele y su padre le enseñó algunos acordes. Luego, aprendió a tocar la
guitarra. Su hermano Edgard escogió los teclados, y juntos formaron su primer grupo: It And Them.
Winter desarrolló en seguida un gran amor por la música negra y compuso sus primeros blues. Muchos lo tomaban por loco, ya que, siendo albino, tocaba un repertorio negro, pero él no se dejó desmoralizar, trasladándose a los años sesenta a Chicago para estudiar y adquirir experiencia.
Una noche, a finales de 1962, su hermano y él fueron a ver a B. B. King a
Raven. Como su gran aspiración era tocar al menos una vez con el famoso
bluesman, hablaron con él, que muy sorprendido le pidió que le enseñara el carnet
del sindicato de músicos; él se lo enseñó y entonces él aceptó, diciéndole: "Sin
duda tú no conoces mis canciones". "Oh, no. —Le contradijo Winter—. Conozco
todas sus canciones". Así que tocaron, el público aplaudió, encantado, y
B. B. King le dijo que se convertiría en un músico importante en el transcurso
del tiempo.
Cuando Winter regresó a Texas, ya era un músico experto y se volvió muy
popular en todo el estado: tocaba con frecuencia en los mejores locales, con
los mejores músicos, y se hizo apreciar por sus largos solos arrebatadores.
En las décadas siguientes, publicó
una veintena de discos y, tras Raíces,
de 2011, estaba previsto que el próximo septiembre lanzara un disco de
estudio, Step Back, que
desgraciadamente se convertirá en su álbum póstumo.
Sin embargo, siempre se le
recordará como uno de los bluesman más atípicos y geniales de la historia de la
música, pues, tal y como dijo mi padre cuando comentábamos la noticia:
“Johnny Winter no ha muerto.
Las
personas como él nunca mueren.”
Sin duda uno de los grandes guitarristas del blues, y un muy buen homenaje de tu parte, más con ese excelente dibujo. Cuando yo hacía un dibujo siendo niño, se lo mostraba a mi padre y el me decía, te felicito. Te felicito Dafne.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Q0NBnClUEDA
Dulces besos a ritmo de blues baby.
Me encanta re-leer post antiguos contigo, Dulce. ¡A veces parece que no los he escrito yo!
EliminarMe alegro de que te haya gustado el homenaje y el dibujo, y mil gracias por tus felicitaciones. ¿Cuándo veremos más dibujos tuyos en tu blog? :3
https://www.youtube.com/watch?v=QII1YfFVhNU
Dulces besos a ritmo de blues
Eso pasa cuando lo que escribimos es de un muy buen nivel. En cuanto a mis dibujos, no lo sé, pero todo puede suceder. Gracias por la canción Señorita.
EliminarMás dulces besos bluseados.
Todo puede suceder... ;)
EliminarMás dulces besos musicales