TRADUCTOR

Mostrando entradas con la etiqueta MICRORRELATOS. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MICRORRELATOS. Mostrar todas las entradas

SIRENA

 

...una sirena intergaláctica a la que le encantaba nadar en la Vía Láctea.
Como se alimentaba de estrellas, sus escamas dejaban tras su paso un brillo tan potente que se veía desde la Tierra.
Un 16 de septiembre recordó a alguien muy importante para ella, y con sinuosos
movimientos en el cielo trazó:

"¡Feliz cumpleaños hermana sirena!"

*Relato dedicado con todo el cariño del mundo a Coral* 

El dibujo estaba perdido en una carpeta, data de 2010, inspirado en una
ilustración de Rossana Berretta e Ilaria Spada





OCTUBRE: LMDE(ink)tober

¿Qué tal el inicio del mes, criaturillas indefinidas?

Esta vez vengo a hablaros del reto que estos días he estado preparando: el LMDEinktober. Se trata de una convocatoria del blog La maldición del escritor basada en escribir microrrelatos según las pautas del reto Inktober.

"Ehms, Daf... ¿y qué diantres es eso?"

Bueno, como creo que eso no aclara mucho el asunto...



¿Qué es el Inktober?


Ink: tinta
-tober: sufijo de October

Todos los días de Octubre los participantes pueden colgar en sus redes sociales (Twitter, Facebook) un dibujo propio. El quid está en que cada día, hay una palabra alrededor de la cual hay que crear la obra:




En el caso del LMDEinktober se participa con microrrelatos que no pueden superar las 150 palabras, y que estarán escritos sobre una imagen propia o con referencias a otro artista (también puede ser sobre un fondo blanco). Además de por la diversión de leer, dibujar y escribir, la participación en el LMDEinktober implica estar dentro de un concurso, en el que los finalistas pueden ganar libros muy, muy interesantes. Como en su propio blog está genial explicado, aquí os dejo las bases.

En Twitter iré colgando los relatos y los dibujos, tal y como dicen las instrucciones, y al final de cada semana haré una recopilación en el blog, puesto que he decidido que mis historietas estén relacionadas con el mundo de Alter Ego. Sin embargo, la protagonista no será Crystal, sino que introduciré nuevos personajes, y los 31 microrrelatos se podrán leer tanto independientemente como de seguido.

¿Os apuntáis?



Nota: Las imágenes han sido descargadas del blog La Maldición del Escritor





ODA A LOS OVARIOS


Oh, cabrones indomables,
cuatro días al mes sois los causantes de todos mis malestares;
Ácido (RS)-2-(4-isobutilfenil)propanoico para hacer el rato ameno,
que quien no haya estudiado orgánica, lo conocerá como Ibuprofeno.

 Arrebujadica en la cama leyendo tras ver el primer rastro de sangre,
¡eso si en casa es cuando la Reina digna a presentarse! 
Pues si ocurre en territorio ajeno, toca aguantar con temple de hierro, 
que muchos, muchos privilegios, pero hermoso tabú que ésta sigue siendo.

 Por supuesto, no todo son pesares: 
 bien se os identifica como reguladores hormonales 
—progesterona, inhibina y estrógenos—
además de que producís los respectivos gametos, 
y cuando algún gallito me echa en cara: "¡No tienes huevos!" 
replico gallardamente: "¿Huevos? Más que tú tengo, 
pues, uno a diestra y otro a siniestra, dos ovarios poseo."


LOMBRIZ



... un hombre que estaba paseando con su hijo por el jardín de su casa. 
"¡Papá, mira ese asqueroso y pútrido gusano! ¿Puedo matarlo?" 
"No lo hagas, hijo -contestó el padre, mientras se retocaba el flequillo haciendo un mohín-. Tienes ante ti lo que podría representar a la perfección una nación: seres minúsculos que se retuercen nada más verte y que sirven de alimento para águilas como nosotros. Si los matases por diversión, el ciclo de la vida se destruiría y las consecuencias serían nefastas." 
El niño asintió, comprendiendo la lección, y apartó el pie con el que hacía apenas unos segundos se disponía a aplastar a la lombriz que excavaba poco a poco la tierra; una vez ésta consiguió sumergirse en las profundidades, padre e hijo continuaron caminado. 
Lo que por supuesto no sabían es que llevaba mucho tiempo planeando el derrumbe de su casa. ¡Quizás no ocurriera hoy! Quizás no ocurriera mañana... Pero en algún momento, inevitablemente, ocurriría, y lo más importante: 
llevado a cabo por un asqueroso y pútrido gusano.




EN EL PASEO MARÍTIMO





… una escena que me ocurrió cuando fui de vacaciones este verano, exactamente el día 15 de agosto de 2016.
Era por la tarde, y como algunas veces ya había sucedido, estábamos sentados mi padre y yo en uno de los alargados bancos de piedra del paseo marítimo mientras mi hermana y mi madre miraban souvenirs en una tienda. De fondo se escuchaba el comienzo de una sardana, el sonido de clarines y trompetas, cobrando vida dulcemente. Un hombre se acercó a mi padre en busca de un cigarro. Él se lo dio, con un por supuesto en la sonrisa, y el hombre le dio una palmada en el hombro, agradeciéndoselo como si fueran viejos amigos. Entonces apareció una pareja de mediana edad con una señora mayor. El hombre le dijo que se sentase en el banco y que se quedase ahí mientras ellos daban una vuelta. La mujer se quejó. ¿No me puedo ir…? NO. Quédate aquí. La mujer puso cara de desolación, como si estuviera más perdida que una niña pequeña. Era delgada, con el rostro con mil arrugas. La mirada caída. Vestía una camisola azul y estaba sentada con las manos entrelazadas en las rodillas, muy recta, mirando hacia donde la pareja había desaparecido.
No sé el qué de la escena, pero movió algo dentro de mí, sobre todo tristeza por el abandono que estaba sintiendo en aquellos momentos esa mujer, como aquellos perros que se dejan en la puerta de las tiendas a la espera de sus amos.
Me dieron ganas de cambiarle el sitio a mi padre y hablar con ella, darle cualquier tipo de conversación. Pero no lo hice. Me limité a observar. Ella miraba al suelo. A las personas que se levantaban y se sentaban sucesivamente en el banco. Una niña que se ponía bien los zapatos, un hombre mayor con su pareja… Me pregunté qué se le pasaba por la cabeza. Aquella mujer era la que se encontraba más fuera de lugar, pues al fin y al cabo no se había sentado allí por su propia voluntad.
Llegó el momento en el que mi madre nos avisó de que fuéramos también con ellas, así que nosotros también nos levantamos del banco y nos alejamos. Me giré una última vez para mirarla. Ella no nos miraba a nosotros, creo que no se dio cuenta del nudo que se me había formado en la garganta, completamente ajena a mis pensamientos. Suspiré. Me di la vuelta, y ya no la volví a ver, ni siquiera a la vuelta de nuestro paseo. Lo más seguro es que aquellos que la habían dejado en aquel banco la recogieran. Sin embargo, yo lo tenía muy claro: para mí aquella mujer había quedado abandonada para siempre.


HOGUERAS


El fuego lamía con ávidos lengüetazos los libros, en busca de sangre de tinta y carne de papel. Las llamaradas se elevaban metros y metros sobre las cabezas de los reunidos en aquella plaza, que gritaban de júbilo mientras arrojaban aquellas infames novelas y las veían arder. Todos gritaban y celebraban alrededor de la hoguera… excepto una enjuta figura.
Un hombre mayor, con el rostro surcado de arrugas, la piel sudorosa y manchada por rastros de ceniza, miraba con ojos horrorizados la ominosa escena, abrazándose a sí mismo bajo la gabardina.
No era la primera vez que ese hombre lo había vivido; entonces era tan solo un niño. Sin embargo, recordaba a la perfección los uniformes de los soldados, los brazos alzados y las banderas. En aquel momento los libros prohibidos eran muy distintos, y se quemaban la cultura, la democracia y la libertad. Con su tierna edad no recordaba a qué se debía aquel alboroto. Luego lo comprendió, y luchó contra ello.
Noventa años después se repetía la escena, pero quemándose todo lo contrario: la homofobia, la xenofobia, las novelas escritas por los dictadores y las personas más horribles que habían pisado la faz de la Tierra. Y él lloraba, mientras el resto los veía arder con una sonrisa.
¿Por qué?
El hombre lloraba porque el acto de quemar libros en sí es horrible. También lloraba porque si se quemaban las ideas de aquellas monstruosas personas, ¿qué evitaría que la humanidad volviera a cometer las mismas atrocidades o incluso peores? Creía firmemente que como fuente de cultura todo debería ser preservado, lo horrible y lo maravilloso sin distinción, y que lo que debía marcar la diferencia eran la educación en las personas y la ética. Lloraba, ¡por supuesto que lloraba! Porque sabía que bien podían consumirse todos de ejemplares del mundo, entre mucho jiji jaja, borrando las letras para siempre, pero que, sin embargo, el fuego sería incapaz de consumir el odio que se encuentra en los corazones de los hombres.
El hombre lloraba por todo eso, y también porque no veía que nadie más estuviera llorando.

VIDA

En mi mundo, siempre había nieve. Si los copos no estaban flotando y precipitándose desde la cúpula en todas direcciones, agitados, revoloteando como los pajarillos que aquí no existían, entonces cubrían el suelo o estaban posados en el tejado de mi casa.
Sí, en mi mundo, siempre era Navidad. Todo estaba decorado con lucecitas y tenía un gran árbol en el jardín, coronado con una estrella y adornado con bolas de colores. Bajo sus ramas, había además una figura de un Papá Noel sentado en un trineo a rebosar de regalos.
Sin embargo, yo nunca salía de casa, obligada a mirar al mundo exterior a través de un simple cristal, viendo cómo discurría la vida de la niña que estaba al otro lado.
Curiosamente, cada vez que ella me visitaba, nevaba en el mío.
Solía mirar mi pequeño mundo con adoración, bizqueando sus preciosos ojos verduscos moteados con vetas grises y azules y marrones, como si los irises no se pusieran de acuerdo con el color. Y yo la miraba a ella, parapetada al otro lado del cristal, sintiendo que me ahogaba.
Un día, ella vino llorando, dispuesta a refugiarse en mi mundo. Estaba temblorosa y tenía la mirada nublada.
Curiosamente, en su mundo también era Navidad y nevaba.
Yo ya sabía lo que sucedía: su madre, Estela, había estado enferma de cáncer de mama antes de tenerla a ella, hasta el punto de realizarse una mastectomía del pecho izquierdo. Ahora, desgraciadamente, el cáncer se le había reproducido en el pecho sano.
La niña, entre llantos, repetía una y otra vez lo que tanto me alimentaba, y lloraba y lloraba y lloraba, con tal mala fortuna, que por culpa de las lágrimas que mojaban sus dedos mi mundo se le resbaló de entre las manos.
La bola de cristal estalló en mil pedazos contra el suelo. El agua que hacía volar los copos de nieve cuando la agitabas quedó esparcida en un charco, moteada de blanco. El árbol de navidad se partió por la mitad y el Papá Noel perdió la mitad de sus regalos. Mi casa quedó irreconocible.
La niña gritó aterrorizada y se arrodilló, intentando juntar los pedazos de su más preciada reliquia. ¡Se la habían regalado sus padres tres años atrás! Entonces, se dio cuenta de que el interior de la cerámica del árbol estaba hueco y albergaba una nota:
Yo soy tu deseo más preciado de Navidad.
Como si en el fondo de su alma supiera lo que tenía que hacer, lo dijo por enésima y última vez, y yo me elevé, brillando cual la más luminosa de las estrellas, busqué a su madre y me alojé en su pecho.
En efecto, yo era el deseo de esa niña que amaba a su madre, y mi libertad no empezó en el momento en el que se rompió la bola, sino cuando me instalé en el corazón de Estela para que siguiera latiendo.





FUMAR MATA




… el propietario de un estanco que fumaba tanto que padeció cáncer y le tuvieron que extirpar los pulmones para sustituirlos por unos sanos.
El día después de la operación, al ver sus pulmones usados en la caja de desechos, se le ocurrió una idea luminosa que presentó a un laboratorio que accedió a colaborar con él, y juntos lanzaron la controvertida campaña publicitaria: “Matar perjudica su salud, pero le llena los pulmones de oro.”
De esta manera aumentó la venta del tabaco, y cada vez que un hombre o una mujer fumadores morían, se les extirpaban los pulmones para venderlos a laboratorios y conseguir esa preciada sustancia que antes pensaban que era tan limitada: el petróleo.

El oro negro nunca estuvo tan al alcance de todo el mundo, hasta que todos los pulmones sanos murieron por anteponer la riqueza a la salud.

Fin.





SELECCIONE: VIDA / MONOTONÍA




… una estudiante de bachillerato con una media de 10 en todas sus evaluaciones. Era TOP-10 en los trabajos y, por decirlo de alguna manera, de cada 100 exámenes que hacía, no suspendía ninguno.
Su clave era simplemente estudiar. Estudiar, estudiar, estudiar… Comía estudiando. Cuando iba al baño, estudiaba. ¡Hasta cuando dormía, soñaba con los estudios! El ordenador lo utilizaba únicamente para recopilar información y no veía la tele en absoluto. De verdad creía que así iba a estar mejor preparada que sus compañeros de clase, cuyas medias oscilaban el 8, 7, 9… ¡y solo porque desperdiciaban el tiempo saliendo con amigos, novios o mil extraescolares!
“¿Para qué?”, pensaba. “Si estudias un poco de todo, estarás preparado para cualquier situación en la vida.”
De esa forma terminó el instituto y fue a la universidad. Se graduó como una estudiante ejemplar y, cuando llegó la hora de demostrar todo lo aprendido, suspendió.


Nunca había querido aprender que para ser realmente inteligente y sobrevivir en la sociedad, una nota escrita en rojo sobre un papel no sirve para nada.


Graffiti callejero



AMOR ETERNO




… Una mujer ciega desde nacimiento.
Como toda mujer, creció, fue a la escuela, estudió, hizo amigos, se sacó un bachillerato, una carrera y se enamoró.
Él era vidente, y le decía que era la más hermosa de todas aunque ella no pudiera verse, y añadió que ojala pudiera hace una fotografía para congelar el momento y así tuvieran las oportunidad de recordarse juntos, felices y enamorados en los años venideros.
Ella repuso con  una sonrisa que podía ser posible, y él contestó apenado que aunque se hiciera, nunca podría verlo.
Ella insistió y le pidió que le consiguiera un bloque de mármol.
Él, que veía, vivía y respiraba por ella, se lo consiguió.
Entonces la mujer empezó a pulirlo, pidiéndole únicamente que se acercase de vez en cuando para acariciarlo con las manos y así poder llevar sus rasgos a la piedra.
Y lo consiguió.
Al cabo de 7 días y 7 noches el bloque se había transformado en dos figuras, una femenina y la otra masculina, y era como mirar a un espejo.
El hombre quedó asombrado por la fidelidad de los trazos, la curva de la mandíbula, las rayas que marcaban una barba cerrada al estilo hipster, la línea recta de la nariz, una mirada profunda que él no supo cómo había logrado sin haberle visto nunca los ojos.
Igual que ella, que nunca se había mirado a un espejo, ¡pero ahí estaba!, encerrada en la piedra, con su cabello que parecía querer revolotear en cualquier momento, sus labios mostrando una leve sonrisa, el cuello fino… Y, entre los dos cuerpos, las manos entrelazadas, sólidas, para que nunca fueran separadas.
—¿Cómo has…? —Empezó a preguntar, pero ella le interrumpió.
—Te conozco. Te veo. Y aquí tienes tu fotografía, de modo que podamos verla ambos y recordarnos jóvenes, juntos, felices y enamorados.

Para siempre.


19-05-15



CEGUERA




…Una mujer que tenía atornillada a la cabeza unas gafas que le impedían ver el mundo tal y como era.
¡Daba igual lo que hiciera! Ningún destornillador, ni martillo, ni moto-sierra, ni espátula, conseguía separarlas de su cráneo ni tampoco romperlas.
Sin embargo, esa mujer tenía las pestañas taaaan largas que cada vez que cerraba los párpados, los pelillos rozaban el cristal.
Un día, al enésimo parpadeo, las pestañas hicieron una pequeña raya, suficiente como para que la mujer se diera cuenta de que había una forma de deshacerse de esa carga con la que vivía cada día. Paciente, esperó a que las rayas se hicieran más profundas con el paso del tiempo y los incesantes parpadeos. Las pestañas consiguieron rasgar los cristales en dos grietas que los partieron de lado a lado, pero la mujer no se conformó con eso, sino que siguió parpadeando hasta que el cristal empezó a caerse poco a poco, debilitado por el barrido de los ojos.
De ese modo averiguó lo que hacía tanto tiempo que se le impedía ver. Y vio guerras, hambre, egoísmo, violencia, desigualdad, injusticia, maldad… y se arrancó un ojo. Pero mantuvo el otro intacto porque se dio cuenta de que entre todo eso se encuentra el amor, la esperanza, la amistad, la determinación de algunas personas para luchar por lo que anhelan...

Todos estamos tuertos.
Todos deseamos ver la realidad tal y como es.
Todos deseamos en algún momento no ver.
Todos usamos alguna vez unas gafas que distorsionan la realidad aunque hayamos roto mil anteriores.
Algunos nunca parpadean y nunca rompen los cristales.







PENSAR LIBRE(MENTE)




…un hombre que quería poner en libertad su mente.
Así que cogió un martillo y se abrió el cráneo.


Fin de la historia.






MICRORRELATO PARA SAN VALENTÍN





…una mota de polvo.
Volaba de un lado a otro, errante, dejándose llevar por el viento.
De vez en cuando se posaba en la estantería de alguna casa y formaba, aunque fuera por unos días, parte de la vida cotidiana de una familia. Luego, cuando esa familia decidía limpiar, volvía a suspenderse en el aire y se escapaba por la ventana más cercana en busca de nuevas aventuras.
Viajó de un continente a  otro.
Se posó en la maleta de un mercenario y llegó a África. De África se posó en la chaqueta de un turista y trabó amistad con una pelusilla de algodón. Cuando el turista volvió a su país, América del Sur, la mota de polvo fue arrastrada hacia el norte junto con la pelusilla. Ambas jugaron a cazar huracanes en Texas y a ser arrastradas por los tornados; juntas recorrieron los monzones de Asia, atravesaron brisas marinas y brisas de montaña hasta llegar a Europa.
Un día la mota de polvo quedó atrapada en la respiración de un humano durante unos minutos que a la pelusilla se le hicieron interminables y luego volvió a salir. Con semejante susto, la mota y la pelusilla se dieron cuenta de que estaban enamoradas, y tuvieron la sensación de estar suspendidas en un rayo de sol; su amor era insignificante, pero también hermoso.
Guiadas por esa luz, comenzaron a ascender, ascender y ascender. Sin embargo, la pelusilla pesaba demasiado y no consiguió pasar al otro lado de la atmósfera, así que con mucho dolor, tuvieron que separarse. La mota llegó al espacio y conoció extrañas motas de polvo procedentes de nebulosas y cuerpos interestelares. La pelusilla volvió a caer y terminó en la chaqueta de una niña de once años y se enamoró de otra pelusilla.
Con el paso del tiempo la pelusilla susurró al oído de la niña su historia, y la niña decidió escribirla para que no cayera nunca en el olvido.





La niña comprendió de que al fin y al cabo todos somos motas de polvo y pelusillas.


EL SENTIDO DE LA VIDA





…una mujer que se preguntaba por la razón de la vida.

¿Qué sentido tiene vivir?

Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba. Pensaba…

Dejó de pensar y encontró la respuesta que necesitaba:

El sentido de la vida,
es vivirla.


Casa de muñecas



¡FELIZ 2015!






En 2014 han pasado muchas cosas.
Han pasado 12 meses, por ejemplo. Eso son 365 días aproximadamente o, dicho de otra forma, 8.760 horas, que son 525.600 minutos, o 31.536.000 segundos.
Han pasado el invierno, la primera, el verano y el otoño.
La mayor parte de los estudiantes hemos pasado de un curso a otro, y algunos profesores han decidido repetir.
Hemos conocido gente nueva, algunos se han ido y otros se han quedado, y con los que ya llevamos compartiendo años y años hemos podido sumar otro. Ha habido despedidas y reencuentros, hemos inmortalizado momentos en fotografías, relatos y hemos homenajeado a grandes como Johnny Winter o Eminem.
No todas las noticias han sido buenas, pero tampoco todas han sido malas.
Algunos diréis que “todos los años se cumple un año”, que no es para tanto esta celebración, pero yo creo que la conciencia de empezar un nuevo año nos sirve para marcar nuevas metas, para probar otros deportes o empezar nuevos proyectos.
Personalmente, mis metas para el 2015 son:
  • Terminar primero de bachillerato lo mejor posible.
  • Leer todos los libros que agonizan en mi listado de “lecturas acumuladas” (no exagero, las sagas que he dejado a medias están agonizando)
  • Terminar de corregir mi primera novela (que gracias a Sergio Guillén, administrador del blog Lipémuse, empieza a acercarse a la idea de “novela” que todo escritor sueña)
  • Terminar de escribir la continuación (aquí también tengo que agradecer el apoyo incondicional y los consejos de Susurros de Biblioteca, que siempre me ayuda a prosperar y es todo un modelo a seguir)
  • Seguir adelante con el blog (quizás éste es el apartado que más nos concierne)
  • Ver muchas series y películas, quedar con mis amig@s, conocer gente nueva, viajar...
Y muchas otras cosas que si las pusiera todas no acabaríamos.

Desde el blog os quiero desear muy buen comienzo de año a toooodo el mundo que me habéis leído y que me leéis:




Para terminar, aquí os dejo un MICRORRELATO escrito especialmente para esta celebración. ¡Espero que os guste!




 …ese día en el que la mayor parte de las personas están deseando que sea media noche.
También, Érase una vez un escritor que se despertó con una idea luminosa en la cabeza, de esas que tienes que escribir sí o sí.
Dicho escritor tenía muy en cuenta que por la noche se celebraba Año Nuevo, pero se dijo que no pasaba nada si durante el día se dedicaba escribir. Tras dejar un café humeante en el escritorio, se sentó frente a su Underwood y se dispuso a teclear la vorágine de palabras que ocupaba sus pensamientos.
Tal había sido su idea, que mecanografió durante horas, y horas, y horas. No comió ni bebió nada a parte de su café. No se levantó en ningún momento de su asiento, ni siquiera para responder a su teléfono. Sus oídos estaban sordos excepto para lo que le susurraba el narrador invisible de su historia y las palabras de los personajes cuya trama iba tejiendo.
Inevitablemente llegó la esperada hora. Sonaron los cuartos… Sonaron las doce campanadas…


Y mientras todo el mundo cambiaba de año,
una persona cambiaba de mundo.




NUEVA SECCIÓN:




   ¡Muy buenas, bloger@s!
   Estamos de estreno ;) Hace ya varias semanas me rondaba por la cabeza abrir esta nueva sección, pero entre unas cosas y otras... it was practically impossible. Pero bueno, aquí estamos *suspiro*, y este nuevo rincón es el de... MICRORRELATOS.
   Para seros sincera nunca antes me había puesto a escribir historias tan breves, y eso es porque de un relato, al final acabo haciendo una novela corta, y luego esa novela corta se me convierte en una novela larga (es decir, en un novelón) que al tener una evolución tanto en personajes como en historia, puede llegar a extenderse en una trilogía o hasta en una saga (que es lo que me está pasando con Alter Ego xD)
   Sin embargo, siempre me han llamado la atención. Quizás por esa forma que tienen de contar una historia en muy pocas palabras, con una estructura muy simple y ese uso de la ironía al final. Así que me he dicho: "Dafne, ¿por qué no pruebas?" y me he puesto a ello.
   Es muy probable que me pase como con la poesía, que tenga una etapa en la que escriba y luego deje de hacerlo (Que no... que componer poemas no es lo mío, os lo aseguro, aunque aún me quedan algunos de hace varios años que subiré de vez en cuando)
   Volviendo a los microrrelatos... aquí os dejo el primero. Espero que os guste y, ¡ya sabéis!, no dudéis en decir lo que pensáis en los comentarios.